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Emoción, caos y victoria de “Checo”. GP Sakhir 2020

Un relato de El Abuelete del M3 - 8 diciembre 2020

Esta temporada, marcada por la pandemia del coronavirus, nos ha dejado constancia de que los acontecimientos y el resultado de dos carreras disputadas en el mismo circuito pueden cambiar por completo en tan solo una semana.

Ocurrió con el GP de Austria 2020 y el GP de Estiria 2020 (disputados en el circuito Red Bull Ring) y también en las carreras del GP de Gran Bretaña 2020 y el GP 70 Aniversario 2020 (disputadas en Silverstone), siendo en esta ocasión la pista de Sakhir el tercer circuito que acogía una cita doble en dos fines de semana consecutivos.

La importante diferencia entre el anterior GP de Bahréin 2020 y el nuevo GP de Sakhir 2020 se encontraba en el empleo de dos trazados completamente diferentes dentro del mismo circuito de Sakhir, en esta ocasión con una versión más corta y rápida marcada por la cuerda exterior del asfalto.

Tres largas rectas, unidas por varias curvas de los tramos alternativos con los que cuentan los circuitos actuales, dan por resultado un trazado de 3.543 metros de desarrollo absolutamente distinto al que apenas unos días antes había acogido el GP de Bahréin 2020, escenario del escalofriante accidente de Romain Grosjean (Haas) y la última victoria de Lewis Hamilton (Mercedes).

No iba a ser éste el único cambio que convirtiera el GP de Sakhir 2020 en un regalo emocionante para una temporada tan atípica como esta marcada por el COVID-19.

Saltaba la noticia de que Lewis Hamilton, recién conquistado su séptimo entorchado, no iba a poder pilotar en la segunda cita de Sakhir, atacado por el virus, siendo sustituido por George Russell (para decepción de Stoffel Vandoorne, piloto reserva “titular”), un joven británico que viene haciendo sus primeras armas dentro de la Fórmula1 en el equipo Williams (desde 2019).

Tampoco iba a poder pilotar Romain Grosjean (Haas), presente en el “paddock”, devolviendo con abrazos su agradecimiento a quienes tanto hicieron para ayudarle en el momento crítico en que, prisionero en su Haas, rodeado de fuego por los cuatro costados y viviendo segundos muy negros, recordó a Niki Lauda y tomó el impulso necesario  para saltar sobre el metal ardiente y escapar del infierno, pensando en que sus hijos le necesitaban.

Semejantes cambios hacían debutar en Fórmula 1 a Pietro Fittipaldi (nieto de Emerson Fittipaldi) en el Haas del convaleciente Grosjean y también a Jack Aitken como piloto reserva de Williams (sustituyendo a Russell).

 

 

 

 

 

Ya desde las primeras sesiones de entrenamientos, George Russell sorprendía con su adaptación al Mercedes-AMG F1 W11 de Brackley, dominando los “libres” y quedando a unas escasas 26 milésimas de los 53,377 segundos marcados por su compañero Valtteri Bottas (Mercedes), en la “pole” más breve de la historia de la Fórmula (dada la distancia y velocidad del trazado exterior).

Les secundaba en la parrilla de salida el Red Bull de Max Verstappen, convencido de que ésta podía ser una nueva opción de victoria en la temporada (aprovechando la ausencia de Hamilton), a la par con Charles Leclerc (P4), el monegasco dejando de nuevo en evidencia la competitividad de su compañero Sebastian Vettel (Ferrari), en P13.

En tercera línea de parrilla se instalaba el siempre rápido Sergio Pérez (Racing Point), con ganas de rubricar el podio que se le escapó en la anterior carrera por avería mecánica, mientras Daniil Kvyat (AlphaTauri), Daniel Ricciardo (Renault), Carlos Sainz Jr (McLaren), Pierre Gasly (AlphaTauri) y Lance Stroll (Racing Point) completaban las diez primeras casillas de parrilla.

Con 87 vueltas por delante, los semáforos rojos se apagaban para dar salida a una alocada carrera en la que nunca hubiéramos acertado el resultado final.

Valtteri Bottas (Mercedes) volvía a fallar en la arrancada y era superado por George Russell (Mercedes), que se colocaba como sólido líder desde los primeros metros.

El piloto finlandés conseguía a duras penas conservar la segunda posición y generaba un tapón al salir de la primera curva que desencadenaba una furiosa batalla entre sus perseguidores.

 

 

 

 

 

Emparejados a escasos centímetros, llegaban apelotonados a la segunda frenada del circuito (curva 4) y Charles Leclerc (Ferrari) se llevaba por delante a Sergio Pérez (Racing Point), rompiendo la suspensión delantera de su monoplaza “rosso” (Leclerc ha sido sancionado con tres posiciones en parrilla de salida para el siguiente GP de Abu Dhabi 2020).

El piloto mejicano se quedaba trompeado en medio de la escapatoria, pero podía reincorporarse a la carrera, mientras Max Verstappen (Red Bull) terminaba estrellado contra las protecciones al intentar tomar una vía de escapatoria acelerando demasiado rápido (recordando el fallo que tuvo Carlos Sainz Jr en el GP de Rusia 2020).

El caos inicial hacía aparecer el “Safety Car” en pista para poder retirar los dos monoplazas que se habían quedado aparcados contra las protecciones (Red Bull y Ferrari), momento que aprovechaba el “Checo” Pérez (Racing Point) para cambiar los neumáticos “cuadrados” de su monoplaza (sorprendentemente entero tras el golpe de Leclerc) y reincorporarse al pelotón en la última posición (P18).

Mientras se recomponía el “escenario”, George Russell (Mercedes) se encontraba liderando la carrera, seguido por el sorprendido Valtteri Bottas (Mercedes) y el McLaren papaya de un atrevido Carlos Sainz Jr ocupando la tercera plaza, todos muy cerca, todos tras el “Safety Car”, todos soñando con convertir el día en una jornada donde la victoria podía estar más a su alcance.

De nuevo reanudada la carrera, Russell se lanzaba fugazmente a lo que parecía iba a ser su primer triunfo en Fórmula 1, un dominio aparentemente fácil del piloto británico, casi sorprendente, en el que Bottas parecía quedar nuevamente “retratado” como eterno “segundón” del equipo Mercedes, llegando incluso a ser adelantado momentáneamente por Carlos Sainz Jr (McLaren) nada más quitarse el “Coche de Seguridad”.

 

 

 

 

 

Con la adopción del nuevo trazado exterior de Sakhir, los organizadores habían prometido un gran espectáculo sobre la pista, pero lo cierto es que la carrera, tras la agitación de la vuelta inicial, se convertía en un aburrido carrusel de coches en el que George Russell (Mercedes) dominaba con una autoridad aplastante, con adelantamientos de los coches a golpe de “DRS” mientras los equipos iban poniendo en práctica sus distintas estrategias en las paradas para cambiar los neumáticos (todos los “pit stops”).

Tan solo Sergio Pérez (Racing Point) parecía mantener cierta emoción en la carrera, por ver los puestos que sería capaz de remontar en su fulgurante ascenso. El mejicano realizaba un único “pit stop” en la vuelta 47 (además de la parada obligada en la primera vuelta) y colocaba su monoplaza en la tercera posición ya en la vuelta 58.

Dominando sin piedad y con su estrategia inicial a una única parada, los pilotos de Mercedes pasaban por “pit lane” en la vuelta 45 (Russell) y vuelta 49 (Bottas), para montar neumáticos de compuesto “duro” que les deberían llevar triunfadores hasta la bandera de cuadros… pero… nadie imaginaba cómo iba a cambiar por completo el signo de esta carrera.

Al finalizar la vuelta 59, el debutante Jack Aitken (Williams) realizaba un trompo en la entrada a la recta de meta y golpeaba la parte frontal de su monoplaza contra las protecciones, dejando el alerón delantero roto en medio de la pista.

El “Safety Car” volvía a entrar por segunda vez en acción y los pilotos de Mercedes (en cabeza, con un buen margen de tiempo) aprovechaban para hacer una segunda parada improvisada y montar neumáticos de compuesto “medio” para terminar la carrera (llevaban montado el compuesto “duro”), pero la debacle cayó sobre el garaje del equipo alemán, encadenando un error tras otro en el cambio de neumáticos que les llevó a arruinar un doblete que parecían tener ya asegurado.

 

 

 

 

 

A Russell (vuelta 62) le montaban unos neumáticos delanteros marcados para Bottas y volvía a salir a pista, mientras que a Bottas (justo detrás) le montaban un juego de neumáticos “medios” con ruedas de su compañero (semejante lío a causa de un malentendido entre la comunicación interna por radio).

Cuando uno de los mecánicos se daba cuenta del error, a Bottas le volvían a montar el mismo juego de neumáticos “duros” que estaba sustituyendo y retornaba a pista con la misma monta pero casi 53 segundos perdidos en la parada, relegándole a la P5.

Russell (Mercedes), aún líder, tenía que hacer una nueva parada en la siguiente vuelta (63) para enmendar el error cometido por su equipo (evitando así la descalificación al finalizar la carrera) y volvía a pista en la quinta posición, dejando a Sergio Pérez (Racing Point), Esteban Ocon (Renault), Lance Stroll (Racing Point) y Valtteri Bottas (Mercedes) justo por delante cuando se quitaba el “Safety Car” (vuelta 69).

Incrédulo, excitado, rabioso… George Russell (Mercedes) comenzaba a recuperar posiciones en una carrera en la que se veía vencedor, con un coche claramente superior y montando ya los neumáticos apropiados para ganar pero… nuevamente recibía por radio una llamada a “pit lane”.

Cuando estaba colocado ya en la segunda posición y preparado para asestar su ataque al liderato de Sergio Pérez (Racing Point), el piloto de Mercedes escuchaba un aviso de pinchazo en la vuelta 78, debiendo realizar una cuarta parada que le hundía definitivamente en la clasificación (P14) cuando volvía a la pista.

Con nueve vueltas por disputar y neumáticos “blandos” montados, Russell comenzaba una remontada frenética y gritaba en su monoplaza, sin tiempo para alcanzar el liderato, con la única satisfacción de sumar un punto adicional por marcar la vuelta rápida en carrera. El piloto británico finalizaba en la P9 (su mejor resultado en Fórmula 1 desde su debut con Williams en 2019), pero quedaba hundido moralmente en lo que podía haber sido su primera victoria de Fórmula 1 en su debut con Mercedes.

 

 

 

 

 

Poco mejor le iban las cosas a su compañero, Valtteri Bottas (Mercedes), con los neumáticos “duros” que llevaba montados, siendo incapaz de contener los ataques sucesivos de Carlos Sainz Jr (McLaren), Daniel Ricciardo (Renault), Alex Albon (Red Bull) y Daniil Kvyat (AlphaTauri), para cruzar la bandera de cuadros en una deslucida octava posición.

En el polo completamente opuesto, sin la amenaza fantasma de las “Flechas negras” en los retrovisores, brillaba con luz propia Sergio Pérez (Racing Point), camino hacia su primera victoria al volante del “Mercedes rosa”, con sus mecánicos rezando en el garaje para que no se produjera una nueva avería mecánica que le dejara sin ese merecido premio que le había robado la diosa Fortuna en el Gran Premio anterior.

El piloto mejicano obtenía la mejor victoria posible (así lo entendía Gilles Villeneuve), remontado desde la última posición (P18), tras un inicio de carrera ruinoso en el que todo comenzó de nuevo cuando todo parecía ya acabado.

Y, con el corazón latiendo fuerte, no iba a desperdiciar la oportunidad de vencer para gritar ¡Aquí estoy yo, no tengo palabras, necesito y merezco un volante en mis manos!…

Sería muy injusta la F1 si no lo encontrara y completamente bizcos se mostrarían en el equipo Red Bull si no sientan al “Checo” en ese asiento que tan discretamente defiende Albon, de nuevo con más sombras que luces en la P6.

Brillante resultado también para Esteban Ocon (Renault), finalizando en segunda posición en una temporada difícil (su primer podio en F1), en la que los monoplazas franceses parecen encontrar progresivamente el camino de la competitividad, quizá a la espera de reverdecer los mejores recuerdos y éxitos deportivos con la llegada de Fernando Alonso en 2021.

El éxito del equipo Racing Point (en su primera victoria de F1 con ese nombre) lo remató la tercera posición de Lance Stroll, que fue capaz de defender su plaza en el podio ante un Carlos Sainz Jr (McLaren) que entró en meta a tan solo 0,7 segundos del piloto canadiense.

 

 

 

 

 

En sus últimas carreras con McLaren estamos presenciando el Carlos Sainz Jr más sólido, batallador y agresivo, demostrando que su llegada a Maranello en 2021 no es para ir de “segundón” de nadie. Su cuarto puesto en Sakhir pudo ser algo más, pero así son las carreras.

De Valtteri Bottas (Mercedes) poco se puede resaltar del lado positivo en estos últimos compases. Este fin de semana, el piloto finlandés tuvo en el espejo un duro reflejo de las realidades. Está confirmado para la temporada 2021, pero alrededor de su futuro pueden crecer las sombras, teniendo en cuenta que la actuación de George Russell ha quedado en la retina de todos y en las palabras de Toto Wolf. “Para nosotros, la carrera ha sido una mierda colosal, pero hemos visto nacer una estrella”, dando a entender que hay mucho futuro para él en Mercedes (el equipo alemán tendrá que pagar una multa de 20.000 € tras su error en el cambio de neumáticos).

Nada bueno que decir de los pilotos de Ferrari… Charles Leclerc estrellado en la primera vuelta y Sebastian Vettel en la P12 final, quejándose (con razón) de la lentitud de sus mecánicos a la hora de cambiar neumáticos (perdió 4,5 segundos en la primera parada y 6,5 segundos en el siguiente “pit stop”) y de la pésima gestión estratégica.

En solo unos días (11 al 13 de diciembre), el GP de Abu Dhabi 2020, cerrará esta extraña temporada marcada por la pandemia, quizá con una segunda oportunidad de victoria para Russell, si Lewis Hamilton no pasa las pruebas de coronavirus en negativo antes de los entrenamientos.

Entretanto, pensaremos también en la llegada de un nuevo Schumacher a la Fórmula 1, Mick Schumacher, hijo del siete veces campeón Michael Schumacher, que este fin de semana ganaba el Campeonato de Fórmula 2 y ha sido ya confirmado como piloto titular en Haas para 2021.

CLASIFICACIÓN FINAL GP DE SAKHIR 2020

1º Sergio Pérez (Racing Point), 87 vueltas en 1 h 35 m 15,1 s

2º Esteban Ocon (Renault), a 10,5 s

3º Lance Stroll (Racing Point), a 11,8 s

4º Carlos Sainz Jr (McLaren-Renault), a 12,5 s

5º Daniel Ricciardo (Renault), a 13,3 s

6º Alexander Albon (Red Bull-Honda), a 13,8 s

7º Daniil Kvyat (AlphaTauri-Honda), a 14,5 s

8º Valtteri Bottas (Mercedes), a 15,3 s

9º George Russell (Mercedes), a 18,5 s

10º Lando Norris (McLaren-Renault), a 19,5 s

Pole Position: Valtteri Bottas (Mercedes), en 53,377 s

Vuelta rápida en carrera: George Russell (Mercedes), vuelta 80 en 55,404 s a una velocidad media de 230,214 km/h

  • 2 comentarios

    • Carlos dijo:

      Como siempre un pedazo de relato.
      Este año una vez más queda patente que solo se puede ganar si Mercedes no aparece.
      Checo gana y se queda sin volante , así es el mundo de la competición, sin €€€£ no hay paraiso en casi ningún caso.

      • Abuelete del ///M3 dijo:

        Hola Carlos, tienes toda la razón y resulta un poco (bastante) lamentable, pero así están las cosas. Te escribo estremecido aún por el aullido del Renault R25 V10 de Fernando Alonso, levantando emociones antiguas sobre el trazado de Yas Marina. Aquellos V10 que nos pusieron los pelos como escarpias en un tiempo donde competían gigantes como Schumacher, Räikkönen, Alonso… parece que fue ayer y han pasado 16 años, pero quiero ser optimista pensando que a nuestro Alonso aún le queda por dar un último ¡¡hurra!! acercándose al monstruo intocable y su negra «Flecha de plata». Un abrazo y gracias por tu comentario.