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Leyendas del pasado IV: Bernd Rosemeyer II

Un relato de El Abuelete del M3 - 6 septiembre 2013

La carrera más rápida de todos los tiempos

Con tan solo cinco coches en parrilla, la primera manga de carrera en Avus se disputó a 7 vueltas en las que Rudolf Caracciola (Mercedes W125 5.6) y Rosemeyer Bernd (Auto Union Type C 6.0 V16) establecieron un duelo codo a codo que hizo enloquecer a los 350 mil espectadores presentes, “aplastando” sus bólidos sobre los peraltes inverosímiles de Avus mientras se pasaban y repasaban en sus infinitas rectas a 380 km/h. La victoria final era para Caracciola, que cruzaba la meta con un margen de tan solo 0,7 segundos sobre Rosemeyer, a una velocidad media de 250,3 km/h.

Los seis participantes en la segunda manga de carrera también levantaron a los espectadores de emoción, pero las averías y algún error de conducción le sirvieron la victoria en bandeja al Mercedes de Manfred von Brauchitsch, que aventajó más de 21” a sus perseguidores.

La manga definitiva se disputaría a 8 vueltas (154,8 km) y la encabezaban en la partida los Mercedes de Rudolf Caracciola y Von Brauschitsch, por delante del Auto Union de Bernd Rosemeyer y el Mercedes de Hermann Lang. Por detrás, la parrilla la completaban Rudolf Hasse (Auto Union), Ernst von Delius (Auto Union), Richard Seaman (Mercedes) y Laszlo Hartmann (Maserati 8CM 3.0).

En las dos horas transcurridas entre manga y manga, los mecánicos de Auto Union no habían conseguido solucionar los problemas que acusaba el motor de Rosemeyer desde la primera carrera y el piloto alemán tenía que afrontar el duelo final con solo 13 cilindros funcionando en su propulsor V16. Esto le quitaba todas las opciones de triunfo y le llevaba a realizar un planteamiento táctico de dudosa eficacia.

Aún así, Bernd Rosemeyer pelea hasta el límite de sus fuerzas, en escaramuzas vibrantes de una carrera en la que vence Hermann Lang (Mercedes W25 K 5.6), seguido por los tres Auto Union Type C 6.0 V16 de Ernst von Delius, Rudolf Hasse y el propio Rosemayer (distanciado a más de un minuto del vencedor), mientras que Caracciola y Von Brauchitsch se tienen que retirar con la caja de cambios rota en sus Mercedes-Benz.

Privada esta última manga de la disputa entre los máximos rivales (Rosemeyer y Caracciola), la emoción la aportaron sus escuderos, protagonizando la carrera más rápida de la época (a 261,67 km/h de media), no superada hasta 1958, con la disputa de las 500 Millas de Monza en el óvalo italiano.

Dos semanas después, el 13 de Junio de 1937, la disputa del XI ADAC Eifelrennen contempla otra victoria de Rosemeyer, que se impone a Caracciola sobre el atestado Nürburgring.