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Leyendas del pasado IV: Bernd Rosemeyer II

Un relato de El Abuelete del M3 - 6 septiembre 2013

“Nebelmeister”, el maestro de la niebla

Las dos potentes escuadras alemanas acuden al Grand Prix de Eifelrennen de 1936 con Rudolf Caracciola, Manfred von Brauchitsch, Louis Chiron y Hermann Lang sobre Mercedes W25 K 4.7 S-8, mientras que Auto Union inscribe cuatro Type C 6.0 V16 para Hans Stuck, Achille Varzi, Bernd Rosemeyer y Ernst von Delius.

En la salida les acompañan los cuatro coches de la Scuderia Ferrari, dos Alfa Romeo 12C-36 4.1 V12 pilotados por Tazio Nuvolari y Antonio Brivio, junto a los dos Alfa Romeo 8C-35 3.8 S-8 de Giuseppe Farina y Francesco Severi, con la presencia testimonial de dos Maserati y un Bugatti de equipos privados.

El Alfa Romeo de Tazio Nuvolari ocupaba el primer lugar en la parrilla, haciendo valer sus virtudes y veteranía sobre la pista mojada de Nürburgring, mientras que Rosemeyer partía desde la segunda plaza con el Auto Union y Von Brauchitcsh colocaba su Mercedes en la tercera posición.

Ya desde la arrancada, Rudolf Caracciola asaltaba la primera posición, rebasando a Tazio Nuvolari en el primer paso por el “Karussell”. Su dominio bajo la lluvia le ponía en cabeza las dos vueltas siguientes, aunque volvía a ceder ante el empuje de un desatado Nuvolari, igualmente letal sobre asfalto mojado. Poco después, el motor del Mercedes W25 K de Caracciola sufría una avería que le obligaba a retirarse.

Ahora, Nuvolari y Rosemeyer encabezaban la disputa, mientras comienza a extenderse una densa niebla sobre el Nürburgring. Con la visibilidad reducida a menos de 40 metros en varios tramos del recorrido, Bernd Rosemeyer lanza un ataque despiadado sin disminuir su velocidad y Tazio Nuvolari, aún esforzándose al máximo, ha de rendirse a su joven rival.

Nadie comprende cómo lo consigue sin salirse del trazado, pero el piloto de Auto Union marca unos registros con diferencias superiores a 30 segundos por vuelta sobre el Alfa Romeo de Nuvolari. Cuando alcanza la meta, al término de las 10 vueltas (228 km) programadas, Bernd Rosemeyer aventajaba 2 m 12,8 s a su más inmediato seguidor, marcando la vuelta rápida en carrera en el sexto giro, con un tiempo de 11 m 25,0 s bajo semejantes inclemencias climatológicas.

Ese día, Bernd Rosemeyer se ganaba el título de “Nebelmeister” (“Maestro de la niebla”) y era promovido al grado de teniente de las SS (“SS-Obersturmführer”) por Heinrich Himmler, jefe supremo de las mismas.

Sobre esta distinción, que le eleva a icono del régimen, y su relación con la bella Elly, a la que desposará un mes después, se está forjando una aureola que acompañará a Bernd hasta el final de su cabalgada vital.