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Test Fórmula 1 2021. Nada es lo que parece… o sí

Un relato de El Abuelete del M3 - 17 marzo 2021

Estamos a mediados de marzo y todavía continuamos condicionados por ese maldito coronavirus que, hace ya un año, alteró nuestras vidas y tantas cosas cambió en este deporte de la Fórmula 1.

Aquellos test que tenían el Circuito de Montmeló por escenario tradicional han sido una de ellas y no sabremos, probablemente nunca, si fue la pandemia o el virus del desorden callejero presente en Cataluña la verdadera razón por la que el Gran Circo se ha llevado el espectáculo al centro del desierto de Bahréin, donde la vacuna del COVID-19 no encuentra barreras y el único peligro parece ser alguna tormenta de arena.

Allí cerca de donde habita el “yunque del sol”, lugar abrasador que el dinero del petróleo intenta convertir en oasis donde crecen tantos rascacielos como palmeras, se asentaron para un nuevo formato de entrenamientos de pretemporada los equipos que este año 2021 alargarán forzosamente la era híbrida. La pandemia pospuso a 2022 la esperada “revolución pendiente”.

No obstante, los leves cambios introducidos en la reglamentación han alterado el planteamiento aerodinámico de unos monoplazas que mantienen el mismo chasis de la temporada anterior.

 

 

 

 

 

Además, por primera vez en la historia de la Fórmula 1, los equipos estrenan en 2021 una nueva limitación en su presupuesto (145 millones de dólares), que trata de igualar el nivel de competitividad de los denominados equipos “grandes” y “pequeños”.

Condensada en tres únicas jornadas (12, 13 y 14 de marzo), con 30 juegos de neumáticos disponibles por equipo (todos los compuestos disponibles) y tandas de cuatro horas repartidas entre mañana y tarde, los días alcanzaban la puesta del sol hundiéndose en las ardientes arenas y encendiendo los millones de lúmens que convierten el Circuito de Sakhir en un ascua de luz en medio de la nada.

Tenía tantas ganas de ver cómo cambiaban tantas cosas y temía tanto ver que quizá nada cambiara que confieso haber estado más atento que en otras ocasiones a todo lo que ocurría en estos entrenamientos de Bahréin.

Porque regresaba a la Fórmula 1 Fernando Alonso (Alpine), con 39 años cumplidos y dos placas de titanio en el paladar, reconstruido después de su accidente de bicicleta en la tranquila Suiza donde parece que nunca ocurre nada.

 

 

 

 

 

Había sido un tropiezo demasiado cercano al momento de calarse el casco para regresar a la batalla, pero el “guerrero” asturiano se vistió del azul Alpine con el que Renault le ha vuelto a prometer el arma necesaria para intentar cantar nuevos ¡¡hurra!! de victoria.

El décimo mejor tiempo (1 m 30,318 s) en estos primeros entrenamientos puede parecer un registro discreto, pero las declaraciones del piloto español y el brillo de sus ojos nos hacen soñar con posibles sorpresas.

Y teníamos ganas de ver a Carlos Sainz Jr vestido de “rosso corsa” (Ferrari), tercer piloto español que disputará un Gran Premio en la escudería más legendaria de la Fórmula 1, con la esperanza de ver si el equipo despierta de su ensimismamiento y el hijo del “Matador” trae a la Scuderia el furor en la lucha que antaño defendieron, a costa de muchas cosas, Alfonso de Portago (con su propia vida) y Fernando Alonso (quemando su futuro mientras gritaba contra viento y marea la falta de competitividad de sus monoplazas).

También ha regresado Aston Martin como marca, vistiéndose de aquel color “Racing Green” (“Verde carreras”) que les vio ganar en las 24 Horas de Le Mans 1959 y con el que corrieron apenas un puñado de Grandes Premios de Fórmula 1 entre 1959 y 1960.

 

 

 

 

 

Lance Stroll (hijo del dueño de la escudería) y Sebastian Vettel (huído forzosamente de Ferrari) tendrán la responsabilidad de pilotar el renovado bólido con el que Sergio Pérez (vestido del rosa de Racing Point antes de ser expulsado del equipo) consiguió para ellos su primera victoria.

Las expectativas con el nuevo Aston Martin-Mercedes AMR21 son elevadas, aunque sus tiempos en estos test hayan parecido modestos (P12 Stroll y P20 Vettel). El hecho de que Vettel tan solo rodara con los neumáticos “Proto” (unos neumáticos de prueba con compuesto “C3”) deja constancia de que trabajaron en la puesta a punto del monoplaza y no en deslumbrar con una vuelta rápida.

Pero las dudas en el nuevo equipo Aston Martin tan solo serán despejadas cuando finalice su primera temporada, momento de saber si ha habido un verdadero cambio de alma o un simple travestismo.

Venía gritando Max Verstappen (Red Bull) desde su última victoria en el GP de Abu Dhabi 2020, quizá la única alternativa capaz de poner freno al dominio aplastante de Mercedes en este momento. Y ha sido el único capaz de asustar a todos con sus prestaciones en este primer atisbo de temporada.

 

 

 

 

 

Porque, ni siquiera ha necesitado recurrir al compuesto más blando (“C5”) para marcar el mejor registro total en estos test donde, equipos como AlphaTauri, Alfa Romeo y Williams, se esforzaron en obtener la vuelta más rápida (habitual entre los equipos menores para ganar protagonismo y cerrar algún patrocinio).

Verstappen rodó casi siempre con el compuesto medio (“C3”) montado en su monoplaza y descolocó a todos cuando, el último día, puso la especificación “C4” y marcó un tiempo que nadie fue capaz de superar (1 m 28,960 s).

El año pasado, en el mismo trazado, Lewis Hamilton (Mercedes) marcaba la “pole” con un tiempo mucho más rápido (1 m 27,264 s), pero nos equivocaríamos si pretendemos establecer comparativas válidas entre ambas circunstancias, puesto que los equipos de Fórmula 1 siempre esconden más de lo que enseñan, ocultando a sus rivales la verdadera potencia de sus armas.

Sirva como ejemplo el tiempo realizado por los nuevos Mercedes-AMG W12 E Performance, que calzando el neumático más blando (“C5”) marcaban unos “modestos” registros de 1 m 30,025 s (Lewis Hamilton) y 1 m 30,289 s (Valtteri Bottas).

 

 

 

 

 

La única lectura que sí parece quedar en evidencia es el poderío alcanzado por los motores Honda que montan los Red Bull RB16B y AlphaTauri AT02, justo cuando la marca japonesa se despide oficialmente de la Fórmula 1, aunque seguirán colaborando con ambas escuderías a partir de 2022.

Tras los desastrosos resultados con McLaren (2015, 2016 y 2017), es una confirmación de que los milagros instantáneos nunca fueron posibles, ni siquiera con la sofisticada tecnología actual. Tanta decepción como prisa acumulada hicieron a unos y otros soñar con imposibles y es ahora cuando van a dejar el fruto maduro de lo que pudo ser y ha llegado, quizá, demasiado tarde.

McLaren pagó caro aquella “joint venture” llena de ingredientes ilusionantes (recordando las victorias del pasado con Honda), con el regreso del hijo pródigo (Alonso) que se marchó en 2008 (sintiéndose engañado por Ron Dennis) y mucho presupuesto por delante que encandilaron a todos.

Poco tiempo después, la decepción se apoderaría de todos, McLaren buscando una alternativa con los motores Renault (cuando estos ya estaban siendo cuestionados por Red Bull) y Fernando Alonso empujado al destierro, obligado a buscar nuevas metas para saciar su espíritu guerrero.

 

 

 

 

 

Sería injusto no reseñar las excelentes prestaciones mostradas en estos test de pretemporada por el diminuto Yuki Tsunoda (AlphaTauri), conformando una especie de “doblete” Honda en la tabla de tiempos, a menos de una décima de segundo de Max Verstappen (Red Bull). El piloto japonés acaba de llegar desde la Fórmula 2, pero parece con ganas de brillar en Fórmula 1, aunque en su registro jugara con la ventaja del compuesto más blando (“C5”).

Tampoco ignoramos el hecho de que Carlos Sainz Jr (1 m 29,611 s) superara las prestaciones de su compañero Charles Leclerc (1 m 30,486 s), llevando su Ferrari SF21 al tercer puesto de la tabla de tiempos, empleando para ello los Pirelli de compuesto blando “C4” (Leclerc lo hacía con el compuesto medio “C3”).

En esta ocasión, incluso Kimi Räikkonen (P4) ha colocado su Alfa Romeo C41 por delante de Lewis Hamilton (P5), aunque es todavía arriesgado hablar sobre la mejora anunciada de los renovados propulsores “Ferrari 065/5” cuando el equipo Mercedes ha vuelto a jugar al “escondite” en Bahréin (emplearon en sus mejores tiempos los neumáticos “C5” más blandos).

Bien en todo momento Daniel Ricciardo (P7) y también Lando Norris (P14), ahora que el motor Mercedes vuelve a dar vida al corazón de su renovado McLaren MCL35M. Presiento que, este año, los monoplazas “papaya” van a estar en disposición de luchar por subirse al podio en varias ocasiones.

 

 

 

 

 

Aunque en estos entrenamientos ha estado alejado de los tiempos de Verstappen (P1), Sergio Pérez (P8 con 1 m 30,187 s) será, sin duda, un sólido refuerzo para Red Bull y veremos al mejicano demostrando su valía y experiencia. Las sensaciones percibidas por Pérez a los mandos de su nuevo monoplaza y la férrea confianza en sí mismo le permitirán volver a luchar por la victoria en esta temporada 2021.

A pesar de su bisoñez, también resulta muy estimulante ver escrito sobre la tabla de tiempos el nombre de Mick Schumacher (hijo de Michael Schumacher), que junto al también debutante, Nikita Mazepin, renuevan por completo la apuesta de Haas al volante de sus Haas VF-21.

Sus discretos registros en estos test de pretemporada quizá nos deparen alguna sorpresa futura si el motor Ferrari verdaderamente ha mejorado.

No pasa tampoco desapercibido el buen tiempo marcado por George Russell sobre el asfalto de Sahkir (P6), sacando el máximo partido a los neumáticos de compuesto más blando (“C5”) montados en su Williams FW43B. El piloto británico ya sabe lo que es luchar por la victoria (cuando sustituyó a Hamilton en el pasado GP de Sakhir 2020), pero parece complicado que pueda repetirlo ahora con los monoplazas del equipo de Grove.

 

 

 

 

 

Bienvenidos todos, aunque la extensión del artículo no les cite de forma expresa, porque nunca serán los test de pretemporada mucho más que un reflejo cambiante, tan certero o mentiroso como en nuestra mente queramos entenderlo.

Es la F1 una ciencia en la que verdades y apariencias se confunden demasiado y será dentro de unos días cuando, sobre el mismo asfalto de Sahkir, el GP de Barhéin 2021 (28 de marzo) arrancará oficialmente los motores que mostrarán con ruido y furia el latir ensordecedor de miles de caballos.

Pincha aquí para ver la tabla de los mejores tiempos obtenidos en cada una de las tres jornadas de entrenamientos (con el compuesto de neumático que montaban en el momento de obtenerlos).

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