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McLaren P1 GTR

Escrito por: Víctor M. Fernández - 8 marzo 2015

Un “cockpit” de carreras con todo al alcance del piloto

Como ocurre en el modelo del que deriva, el McLaren P1 GTR tiene un habitáculo con influencias estilísticas que recuerdan a la cabina de un avión de caza, empezando por su inclinado parabrisas y finalizando con la disposición de todos los mandos alrededor del piloto.

La lucha contra el peso es también una constante en su “cockpit”, empleando fibra de carbono en la confección de todos los elementos y guarnecidos interiores, que además mantienen su acabado natural y carecen de lacado para ahorrar 1,5 kilogramos de peso.

También se ha introducido un nuevo equipo de extinción de incendios y se han eliminado todos los elementos de equipamiento que no son necesarios en un coche de competición, como los airbags frontales y laterales, el equipo de audio con sus altavoces, los elevalunas eléctricos y el freno de estacionamiento automático, entre otras cosas. El único elemento de “confort” que se ha mantenido es el aire acondicionado, más que necesario para refrigerar el caluroso interior de estos Gran Turismo de competición.

Además, la integración de la estructura de seguridad antivuelco con el chasis monocasco “MonoCage” ha permitido que la habitabilidad interior sea máxima, al no necesitar barras antivuelco adicionales que comprometan el espacio interior.

El puesto de conducción se ha configurado con un asiento bacquet con estructura de fibra de carbono (similar al empleado en los coches del DTM), que sujeta al piloto mediante cinturones de seguridad de arnés de seis puntos. Dicho bacquet estará fabricado a la medida de cada propietario y fijado directamente al chasis en su posición optima de conducción, para evitar el peso de guías de montaje adicionales.

11_McLaren-P1-GTREl volante es el punto más novedoso en el “cockpit” del McLaren P1 GTR, con todos los principales mandos integrados para el fácil control y ajuste por parte del piloto, incluso con los guantes de carreras. En la parte central se encuentran los mandos para seleccionar las diferentes configuraciones regulables del equipo propulsor, las ayudas electrónicas y la configuración del cambio, mientras que los botones para activar el “DRS” y el “IPAS” permiten su accionamiento sin necesidad de mover las manos del aro (achatado en su parte superior e inferior), al igual que las levas de cambio manual secuencial situadas detrás del volante.

Como detalle curioso cabe destacar que su diseño está inspirado en el volante del McLaren MP4-23 con el que Lewis Hamilton fue Campeón del Mundo de Fórmula 1 en 2008.

El cuadro de instrumentos no parece mostrar cambios con respecto al utilizado en el coche de calle, con tres pantallas en color (una central de 6,8” y dos laterales de 3”) que permiten configurar la información en función de los parámetros que quiera visualizar el piloto de forma puntual, encontrando todos los detalles referentes al estado de la mecánica V8 y el motor eléctrico (temperatura del agua, carga de la batería, nivel de aceite…), la configuración aerodinámica, los tiempos por vuelta en circuito o los reglajes de funcionamiento de la caja de cambios y el grupo propulsor, entre otras muchas cosas.