Construcción ligera e imagen “M”
Como no podía ser de otra forma, el BMW M3 Berlina presenta en su imagen exterior un buen número de rasgos diferenciadores respecto al resto de los BMW Serie 3. La introducción de nuevos paragolpes con aditamentos aerodinámicos más pronunciados ha incrementado su longitud 47 mm respecto a un BMW 335i Berlina, mientras que las aletas recrecidas aumentan su anchura 66 mm. De esta forma, se ha podido introducir unas vías más anchas (48 mm delante y 31 mm detrás) y neumáticos de mayores dimensiones, en medida 255/40 R18 delante y 275/40 R18 detrás (en opción 255/35 R19 delante y 275/35 R19 detrás).
Comparado con el BMW M4 Coupé, la carrocería del BMW M3 Berlina tiene la misma longitud (4.671 mm), es 7 mm más ancha (1.877 mm) y 41 mm más alta (1.424 mm), compartiendo idéntica distancia entre ejes (2.812 mm) y anchura de vías (1.579 mm delante y 1.603 mm detrás).
En la parte frontal, el BMW M3 Berlina se distingue por su exclusivo paragolpes, que tiene tomas de refrigeración más grandes (para el motor y los frenos) y un faldón más pronunciado para aportar una mayor carga aerodinámica. El capó lleva un abultamiento característico para dar cabina al “intercooler” de su motor M TwinPower Turbo, los espejos retrovisores tienen un diseño personalizado y los bajos de carrocería son más pronunciados. Además, en las aletas delanteras se han practicado unas aberturas de refrigeración (“air breathers”) que incluyen el símbolo “M3”.
En la parte trasera también cuenta con un diseño personalizado en su paragolpes, que enmarca la ya característica salida cuádruple del escape, mientras que un pequeño deflector aerodinámico remata el borde superior de la tapa del maletero.
Por otro lado, su mayor anchura de carrocería, tomas de refrigeración más grandes, neumáticos más anchos y mayor carga aerodinámica han incrementado su valor Cx hasta 0,34 (Cx 0,30 en el BMW 335i Berlina).
Pero uno de los detalles más importantes en el nuevo BMW M3 Berlina ha sido el trabajo realizado para rebajar su peso al máximo. Respecto al anterior BMW M3 Berlina (E90), el nuevo modelo ha crecido en tamaño (es 91 mm más largo, 60 mm más ancho y 23 mm más bajo) y, sin embargo, su peso en vacío es de 1.520 kilogramos (1.560 kg con el cambio “M DKG”), lo que supone un aligeramiento total de 85 kilos.
Para conseguirlo se ha recurrido al empleo de materiales ligeros en buena parte de los componentes del coche, además de adoptar un motor más pequeño (6 cilindros en línea en lugar de V8) y ligero (construido en aluminio, con el cigüeñal forjado y el cárter de aceite en magnesio).
De entrada, el aluminio se ha utilizado en una buena parte de los componentes. Tanto el eje delantero como el trasero cuentan con numerosas piezas fabricadas en dicha aleación ligera. Esto supone, por ejemplo, que la suspensión delantera sea 5 kg más ligera que una similar con los elementos en acero y que la masa de los componentes del eje trasero se haya reducido 3 kilogramos. El aluminio se emplea, además, en partes de la carrocería como el capó y las aletas delanteras.
También se ha extendido el uso de plástico reforzado en fibra de carbono (“PRFC”) en varios elementos del BMW M3 Berlina. Por primera vez en esta carrocería, la tapa del techo está fabricada en dicho material (antes solo se había empleado en las versiones Coupé), lo que supone un aligeramiento de 5 kg respecto a un techo similar en chapa de acero.
El “PRFC” se ha empleado también en la construcción del árbol de transmisión, permitiendo reducir el peso un 40 % respecto al cardán del modelo anterior. Además, la nueva barra de refuerzo (con forma de “U”) situada entre las torretas de la suspensión delantera está realizada en este material ligero y tiene un peso de tan solo 1,5 kilogramos.
