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Ferrari California

Escrito por: Luis Villamil - 2 marzo 2012

7.800 revoluciones y 7 marchas

La mecánica permite circular tranquilamente por debajo de 3.000 revoluciones sin que se atragante a tirones y con suficiente reserva de potencia como para pegar un estirón (sin cambiar) en cualquier momento. Pero es escalando la grafica del cuentarrevoluciones como aparece el carácter, el sonido cautivador y las prestaciones. Los 460 caballos llegan cuando el motor sobrepasa las 7.700 revoluciones y la zona roja empieza a 8.000 vueltas. Para extraerle todo el jugo en conducción extremadamente deportiva es necesario mantener el motor en las 2.000 ultimas revoluciones, lo que requiere de destreza y mucha concentración, porque todo sucede a una velocidad a la que no se esta acostumbrado. Las grandes levas de accionamiento del cambio, fijas a ambos lados de la columna de la dirección, nos ayudan en la tarea y el escalonamiento de las 7 relaciones tampoco plantea el menor problema.

Si el “manettino” está en posición “Comfort”, al llegar al tope de vueltas cambia a la marcha superior. En la posición “Sport” no, y entra entonces el limitador de revoluciones (afortunadamente) cortando el encendido, lo que en conducción estrictamente deportiva es más interesante. Bajar de marcha es, si cabe, más embriagador para el oído. El acelerón que la electrónica impone (a modo de falso punta-tacón) antes de introducir la marcha inferior, reactiva la adrenalina que aun no se hubiera puesto en circulación. Rapidísimo y sin brusquedades, el cambio de este Ferrari California es una delicia.