Con un diseño exterior a medio camino entre la parte delantera de un BMW Serie 7 y la parte trasera de un Lexus LS, el KIA K9 es la nueva apuesta de la marca coreana en el segmento de las lujosas berlinas de representación. Es la primera vez que este fabricante asiático se aventura en una categoría tan exigente, en donde el nivel de acabado, el confort de marcha y el refinamiento mecánico son analizados con lupa por la minuciosa mirada de sus usuarios.
De entrada, planta parece que tiene. También el tamaño adecuado, con 5.090 mm de longitud, 1.900 mm de anchura y 1.490 mm de altura. En realidad, este modelo está realizado sobre la base del Hyndai Equus (Hyundai es propietaria de KIA desde 1998), con el cual comparte buena parte de la mecánica y unas dimensiones muy similares, manteniendo idéntica distancia entre ejes (3.045 mm).
El trabajo de diseño parece haber conseguido una silueta bien proporcionada, contando con una cintura de destacable altura y ventanillas laterales de menor tamaño que aportan un aspecto más dinámico. El equipo de iluminación se ha confiado por completo a la tecnología “LED”, con proyectores frontales que tienen un sistema activo orientable en curva. Además, las líneas de la carrocería han permitido optimizar el coeficiente aerodinámico hasta un afinado Cx 0,27.
El KIA K9 ha comenzado a venderse en Corea del Sur desde el mes de mayo y su exportación se realizará tan solo a una serie de mercados clave para la marca, a partir del cuarto trimestre de 2012. De momento, no está previsto que se comercialice en Europa. La denominación “K9” se va a utilizar tan solo en Corea, puesto que en el resto de los mercados será rebautizado con un nuevo nombre que aún está sin determinar.
