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Heptacampeón de la forma más bella. GP Turquía 2020

Un relato de El Abuelete del M3 - 17 noviembre 2020

“Esto es para los niños que creen en los imposibles, para que crean que pueden conseguir sus sueños”, desgrana como una oración Lewis Hamilton (Mercedes), apenas traspasada la línea de meta del GP de Turquía 2020, tras obtener la décima victoria de esta atípica temporada en la que ha conseguido batir todos los récords e igualar aquel que mantenía a Michael Schumacher, con siete entorchados, como piloto más laureado de la Fórmula 1.

Es misión imposible determinar con absoluta justeza cuál es el mejor piloto de todos los tiempos, porque 70 años de historia han producido millones de circunstancias incomparables, pero que nadie dude que Lewis Hamilton es, sin discusión posible, uno de ellos.

Aquel niño de raza negra se atrevió a soñar con ser campeón de la Fórmula 1 y peleó con todas sus fuerzas para conseguirlo. Bordeó incluso el desagradecimiento, al abandonar la “casa del padre” que había sido su principal apoyo para lograrlo, un asombrado Ron Dennis al que dijo adiós cuando el astuto Niki Lauda (que allá donde se encuentre ahora lo estará celebrando) le ofreció el asiento que había ocupado el mismísimo Michael Schumacher en su breve regreso a la competición, poniendo a punto las “Flechas de plata” de Mercedes al inicio de esta época híbrida que la marca de Brackley domina de forma aplastante.

Con cuatro grandes premios por disputar (como oportunidad para conseguirlo) y una ventaja en puntos prácticamente inalcanzable sobre su compañero Valtteri Bottas (Mercedes), las tandas de entrenamientos libres y la “Qualy” se desarrollaron sobre un circuito de Istambul Park al que su renovado asfalto y la lluvia convirtieron en un espejo deslizante (el último GP de Turquía se había disputado en 2011).

 

 

 

 

Semejantes condiciones obligó a los pilotos a extremar al máximo la finura a la hora de girar el volante y poner gas, deleitándonos a los espectadores con la mayor colección de trompos que se recuerdan en un fin de semana de carreras.

Pareció por momentos que la marca de la estrella y el propio Lewis Hamilton habrían optado por la prudencia para evitar posibles daños, dejando los puestos de honor más abiertos que nunca a la sorpresa, tanto en los ensayos libres como en la clasificación.

Y la sorpresa llegó, cuando Lance Stroll (Racing Point) se marcaba su primera “pole position” en la Fórmula 1, eligiendo el mejor momento para montar los neumáticos adecuados (“intermedios” de lluvia) y pilotando sutilmente hasta la primera casilla de parrilla.

Le arrebataba así la “pole” a Max Verstappen (Red Bull) en el último momento, cuando el piloto holandés parecía encaminado a lograrlo, debiéndose conformar con la segunda posición de salida.

Sergio Pérez (Racing Point) rubricaba la audacia del equipo británico en tan difíciles condiciones, colocando su monoplaza en P3, por delante de un Alexander Albon (Red Bull) que situaba el segundo Red Bull en la cuarta plaza.

 

 

 

 

 

Daniel Ricciardo (Renault) obtenía el quinto mejor tiempo y ya en la sexta posición aparecía Lewis Hamilton (Mercedes), a 4,795 segundos del “pole man” Stroll.

Esteban Ocon (Renault), Kimi Räikkönen (Alfa Romeo), Valtteri Bottas (Mercedes) y Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo) cerraban las diez primeras posiciones de parrilla, quedando fuera de la “Q3” los dos pilotos de Ferrari (Vettel en P12 y Leclerc en P14) y de McLaren (Norris en P11 y Sainz en P13), aunque sus posiciones definitivas de salida cambiarían al ser penalizados ambos pilotos de McLaren (P11 Vettel, P12 Leclerc, P14 Norris y P15 Sainz).

La emoción parecía asegurada en la carrera y la mañana del domingo amaneció lluviosa para completar el espectáculo.

Cuando cesó la lluvia, el asfalto estaba tan empapado que se llegó a plantear la salida tras el “Safety Car”, aunque finalmente se impuso la razón que convierte a este deporte en uno de los más espectaculares y arriesgados: se tomaría la salida cuando se apagaran los semáforos.

Así daba comienzo la carrera, con los dos Racing Point arrancando fulgurantes por la parte derecha de la parrilla y los dos Red Bull patinando en exceso por la parte izquierda de la misma, viendo cómo algunos de sus rivales les adelantaban mientras apenas conseguían avanzar los primeros metros.

 

 

 

 

 

Se iniciaba así una carrera con tantos lances, con tantas batallas, con tantas alternativas… y con tantos trompos que podría emplear ahora toda la duración de la prueba para poder reflejarlo en su intensidad.

Porque hubo duelos personales en los que intervinieron todos, empezando por el trompo acompasado que realizaron Esteban Ocon (Renault) y Valtteri Bottas (Mercedes) ya en la primera curva, mientras Lance Stroll (Racing Point) y Sergio Pérez (Racing Point) lideraban las primeras vueltas, Sebastian Vettel (Ferrari) brillaba por primera vez en lo que llevamos de temporada y los dos Red Bull recuperaban posiciones, dejando a Lewis Hamilton (Mercedes) en la sexta posición inicial.

Los rociones del “spray” de la lluvia parecieron despertar el ansia de pelea entre los pilotos, un toma y daca de imprevisible resultado, con entradas y salidas de “pit lane” para cambiar neumáticos, que a unos beneficiaban y condenaban a otros en sus resultados (todos los “pit stops”).

Max Verstappen (Red Bull) trataba de desequilibrar la insolente eficacia de los Racing Point sobre el mojado asfalto y en la vuelta 18 asestaba un intento de adelantamiento a Sergio Pérez que terminaba en un espectacular trompo del piloto holandés, obligándole a una parada extra para sustituir los neumáticos “cuadrados” en la doble maniobra de casi 720 grados.

Entremedias de tanto movimiento, Lewis Hamilton (Mercedes) navegaba con aparente tranquilidad, calzado con “intermedios” desde el noveno giro y con su compañero Bottas (Mercedes) hundido en las profundidades de la clasificación, tras realizar un segundo trompo en la vuelta 21.

 

 

 

 

 

Conforme la pista se iba secando y Carlos Sainz Jr (McLaren) le arrebataba la sexta posición a Daniel Ricciardo (Renault), los primeros juegos de neumáticos “intermedios” comenzaban a mostrar un excesivo desgaste en todos los monoplazas, llevando a casi todos los pilotos a una segunda parada a partir de la vuelta 30.

Todos, excepto Lewis Hamilton (Mercedes) y Sergio Pérez (Racing Point), que apuraban la degradación de sus gomas hasta el último instante, esperando la posibilidad de un nuevo chaparrón de agua anunciado para las últimas vueltas.

Lance Stroll (Racing Point) entraba para montar un segundo juego de gomas en la vuelta 36 y volvía a pista por detrás de Pérez (Racing Point), Hamilton (Mercedes) y Verstappen (Red Bull), con nuevos neumáticos “intermedios” que debían darle ventaja sobre sus rivales con neumáticos ya degradados.

Solo una vuelta después, Hamilton adelantaba a Pérez a golpe de “DRS” y se colocaba líder de la carrera, mientras Stroll comenzaba su particular calvario y perdía sus opciones de victoria.

El segundo juego de “intermedios” del piloto canadiense padecería un inoportuno “graining” que ralentizaba el ritmo de su monoplaza, siendo incapaz de impedir el adelantamiento fulminante de sus rivales a partir de la vuelta 40.

 

 

 

 

 

Con la segunda parada ya realizada (vuelta 30), Charles Leclerc (Ferrari) marcaba un ritmo vertiginoso sobre la pista y llegaba a colocarse en la tercera posición, tras superar a Stroll (Racing Point), a Vettel (Ferrari) y a Verstappen (Red Bull), que realizaba su tercer “pit stop” en la vuelta 43 y volvía a caer hasta la séptima posición de la carrera, siendo incapaz de regalar a su equipo un buen resultado en la celebración de su Gran Premio número 300.

Carlos Sainz Jr (McLaren) también mostraba su categoría luchadora y arrebataba la quinta posición a Alex Albon (Red Bull) en la vuelta 45, mientras Leclerc (Ferrari) se había situado en segunda posición (adelantando a Pérez) y Hamilton (Mercedes) preguntaba con preocupación a su ingeniero cuánto le iban a durar sus neumáticos (que habían perdido el dibujo muchas vueltas antes).

Convertidos ya en lisos “slick”, el piloto británico afinaba su conducción para aguantar sobre la pista (evitando así una segunda parada) y llevar su Mercedes hasta la victoria, al mismo tiempo que Stroll (Racing Point) padecía el escaso agarre de su segundo juego de “intermedios” (afectados por el “graining”) y cedía la octava posición a Lando Norris (McLaren), tras salirse ligeramente de la pista (vuelta 56).

La emoción por las posiciones de podio se mantendrían hasta la última vuelta, cuando Charles Leclerc (Ferrari) bloqueaba las ruedas delanteras en una de las últimas frenadas y era superado por Sergio Pérez (Racing Point) y Sebastian Vettel (Ferrari), que conseguían apear del podio al monegasco en tan apurada maniobra, ganándose el piloto alemán con su actuación el reconocimiento de “Piloto del día”.

Así concluía un emocionante GP de Turquía 2020 que ha coronado a Lewis Hamilton como siete veces campeón del mundo de Fórmula 1 de la mejor manera posible, en lo más alto del podio, exultante, vencedor, invencible… y muy emocionado.

CLASIFICACIÓN FINAL GP DE TURQUÍA 2020

1º Lewis Hamilton (Mercedes), 58 vueltas en 1 h 42 m 19,3 s

2º Sergio Pérez (Racing Point-Mercedes), a 31,6 s

3º Sebastian Vettel (Ferrari), a 31,9 s

4º Charles Leclerc (Ferrari), a 33,8 s

5º Carlos Sainz Jr (McLaren-Renault), a 34,3 s

6º Max Verstappen (Red Bull-Honda), a 44,8 s

7º Alexander Albon (Red Bull-Honda), a 46,4 s

8º Lando Norris (McLaren-Renault), a 1 m 01,2 s

9º Lance Stroll (Racing Point-Mercedes), a 1 m 12,3 s

10º Daniel Ricciardo (Renault), a 1 m 35,4 s

Pole Position: Lance Stroll (Racing Point-Mercedes), en 1 m 47,765 s

Vuelta rápida en carrera: Lando Norris (McLaren-Renault), vuelta 58 en 1 m 36,806 s a una velocidad media de 198,508 km/h

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