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Ahora, coches viejos… pronto “históricos”

Un relato de El Abuelete del M3 - 10 mayo 2013

En uno de los informativos de televisión escucho una noticia preocupante, referida a la cantidad de vehículos que ruedan por las carreteras españolas sin haber pasado la ITV obligatoria o pasándola de forma fraudulenta, pese a que muchos de estos vehículos circulan en condiciones de tal precariedad que no superan el examen que teóricamente garantiza su funcionamiento seguro.

Esto es posible, informa el reportaje, en base a que hay algunas ITV que “hacen la vista gorda” o emplean personal susceptible de trampear para que, vehículos con defectos graves de funcionamiento consigan la estampilla que les habilita para rodar en esas condiciones hasta la siguiente “revisión anual”.

Es preocupante por varias razones, la más importante, en la medida en que dichos vehículos se convierten en un peligro para su propio conductor y para el resto del tráfico.

Unos neumáticos sin apenas dibujo, cristalizados o rajados en los flancos, una amortiguación reventada, unos frenos desequilibrados o unas luces defectuosas son un cóctel explosivo, que puede acarrear consecuencias mortales.

No es menos preocupante lo que tiene de significativo de un nivel de corruptela (no quiero emplear todavía la palabra corrupción) en el que, por un puñado de euros, alguien esté dispuesto a jugar “con las cosas de comer”.

Si a esta peligrosísima picaresca le sumamos la de quienes circulan sin póliza de seguro, llega uno a pensar que es mejor quedarse en casita, para no correr el riesgo de tropezarse con alguna de estas “bombas rodantes”.

Es inevitable asociar una buena parte de esta casuística tramposa a la crisis que nos asola. Cuando el bolsillo se vacía antes de final de mes, o comienza el mes vacío desde hace varios meses, no es de extrañar que muchos de los que se encuentran en esa situación empiecen a encontrar disculpa moral para iniciarse en esas prácticas.

Si hay que desplazarse para ir al “curro” a ganarse un salario insuficiente, o para presentarse (con la seguridad de que volverás de vacío) en la oficina de desempleo, el que pueda hacerlo utilizará el transporte público y aquel que viva en zonas mal comunicadas, se la jugará un día y otro, cayendo alguno de ellos en la tentación creciente de hacer, además, un “simpa” en la gasolinera.

No es justificable, pero sí comprensible. ”La vida da muchas vueltas” y, últimamente, han sido demasiados los revolcones que ha recibido gente que fui incapaz de pensar que caería en el abismo.

Basta observar alrededor nuestro, sin necesidad de recurrir a las estadísticas, para percibir el envejecimiento del parque automovilístico español.

Consulto una web donde aparece la última matrícula asignada el 5 de mayo de 2013 (5629 HPZ) y calculo que, desde Septiembre de 2000, a Mayo de 2013, se matricularon en España aproximadamente 22,4 millones de vehículos (turismos, motocicletas y transporte).

Lo que, a partir de ese año 2000, hasta bien entrado 2008, fue una “verbena” de estrenos de todo tipo de vehículos (incluida una amplia cuota de los que eufemísticamente las televisiones denominan “vehículos de gran cilindrada”) que rondaba los dos millones de matriculaciones anuales, ahora, por efectos de la crisis, se ha “ralentizado “ a menos de 1 millón anual y un descenso drástico en la “altura de gama” y precio final de cada vehículo de turismo y/o motocicleta matriculados.

La consecuencia más preocupante de ello es el envejecimiento acelerado del conjunto del parque de vehículos, descenso de la cota de seguridad  y el previsible aumento de las prácticas fraudulentas.

Olvidados los días en que se daban largas listas de espera en los servicios oficiales para las revisiones de un parque en permanente renovación, ahora predomina la búsqueda de talleres económicos, más o menos habilitados para el trámite sin perder la garantía.

Donde antes se sustituía cualquier elemento, en busca de la seguridad, mejora prestacional o   estética, ahora se regatea, predispuesto el conductor a admitir el montaje de piezas recicladas, incluso neumáticos recauchutados, si con ello se alivia el importe de la factura, dejándole a San Cristóbal  la tarea de velar por nuestra integridad. “No corras, papá”.

Son malos tiempos para el personal y malos para los vehículos que nos traen y nos llevan. Esta crisis maldita ha convertido muchos sueños en pesadilla.

Lo que fue motor de nuestros anhelos de ascenso en la escala social está gripado, a la espera de un milagro y es muy duro pensar que aquel “dreamcar” de nuestros desvelos, aquel que una tasación hipotecaria generosa colocó en nuestro garaje, hoy, ”porca crisis”, cumple ITVs con nosotros y nos conformamos haciéndonos la idea de que pronto, ese coche viejo, renacerá, en mágica metamorfosis, convertido en vehículo “histórico”.

  • 1 comentario

    • Gzk dijo:

      Como siempre Abuelete «en el medio esta la virtud». Ni es normal que pareciera en este santo pais que los coches los regalaban con los yogures, ni tampoco ahora esto que cuentas del fraude en pasar las ITV’s. Aunque si me paro a pensarlo un minuto, te confieso que es propio de nuestra idiosincrasia cañi, permisividad, compadreo e incluso saltarse la norma a la torera porque ahora me conviene. La crisis esta siendo dura, no lo niego, nadie lo niega, pero sigo creyendo firmemente que se acentua en determinados comportamientos. Este puede ser uno de ellos.
      De lo del precio de los coches me parece bien, y solo me entra mala leche de recordar como hace 6 años te ibas a comprar un serie 1 de BMW y el precio no bajaba de 25.000 euros (o un A3, o un Golf). Y ahora ¡¡tachan!! te lo puedes comprar por 18.000 euros. Lo fabrican en otra parte, tiene menos equipamiento, le han rebajado la calidad a los materiales?? Nooooo, error!! es el mismo coche (de hecho, en muchos casos, incluso mejor equipado). Han abusado mucho de nosotros y de eso que la gente ha denominado «credito facil». Pero se murió la gallina de los huevos de oro. POr lo menos ha servido para que el precio baje, aunque para mi no lo suficiente aun.