Lamborghini Egoista

El Lamborghini Egoista parece un deportivo desarrollado para “volar” sobre el asfalto, un modelo monoplaza inspirado en los helicópteros Apache de combate, un nuevo ejercicio de estilo realizado para conmemorar el 50 Aniversario de la marca italiana.

La tradicional denominación taurina utilizada en sus modelos desde hace cinco décadas ha dejado paso a un nombre que lo relaciona directamente con sus características, pues el Lamborghini Egoista está concebido para el uso hedonista de un solo piloto.

Su desarrollo ha corrido a cargo del equipo de diseño del reconocido Walter De Silva (Jefe de Diseño del Grupo Volkswagen), inspirándose en el mundo aeronáutico y su tecnología para dar forma a un vehículo digno de aparecer en una próxima película ambientada en el futuro.

El diseño exterior ha sido dibujado por Alessandro Dambrosio, configurando unas formas a medio camino entre un coche, un helicóptero de combate, un toro de lidia y un “transformer”. Según afirman en la propia marca, la parte frontal del Lamborghini Egoista representa la cabeza de un toro en posición de ataque, con la cara agachada y los cuernos resaltando en los laterales.

Su carrocería está realizada en aluminio y fibra de carbono y cuenta con numerosos guiños al mundo aeronáutico. Además de llevar un doble alerón trasero activo de inclinación variable y luces “LED” de posición (delante, detrás, en los laterales y el techo), en Lamborghini aseguran que dicho “fuselaje” está revestido en un material especial antirradar, mientras que la cúpula acristalada del “cockpit” tiene un vidrio antideslumbrante de color anaranjado.

Las llantas también cuentan con dicho material antirradar y están adornadas con aletines realizados en fibra de carbono para mejorar su aerodinámica, contando con neumáticos en medida 245/30 ZR20 delante y 305/30 ZR20 detrás.

El habitáculo monoplaza del Lamborghini Egoista ha sido diseñado por Stefan Sielaff, que ha confeccionado un puesto de conducción inspirado en la carlinga de un helicóptero de combate. Todo el “cockpit” es extraible (configurado a modo de célula de supervivencia) y está realizado en fibra de carbono y aluminio.

La inspiración aeronáutica queda reflejada también en la forma peculiar del volante (con múltiples mandos de control), en su envolvente asiento bacquet (con cinturones de tipo arnés con cuatro puntos de anclaje), en la disposición y forma de los mandos (alrededor del piloto) y en el cuadro de instrumentos (que tiene un “Head Up Display” hexagonal inspirado en los que utilizan los cazas de combate).

Para acceder con más facilidad a su habitáculo, la cúpula acristalada se mueve mediante un mando eléctrico y también se puede extraer el volante, exigiendo un procedimiento específico para entrar y salir, muy parecido al realizado por los pilotos en un avión de caza (con puntos específicos marcados en la carrocería en donde se puede pisar).

Pocos detalles desvela la marca italiana sobre la mecánica del Lamborghini Egoista, tan solo que tiene un motor V10 de 5,2 litros que desarrolla 600 CV de potencia (derivado del que utiliza el Lamborghini Gallardo), mientras que su equipo de frenos lleva cuatro discos ventilados carbono cerámicos con pinzas fijas monobloque de seis pistones. No en vano, este modelo es un prototipo único, un ejercicio de diseño que no se va a llevar a la producción, una realización egoísta llevada hasta el extremo.