Un “buggy” futurista desarrollado para el Dakar y los Rally Raids
Audi Sport ha aceptado el reto de desarrollar un revolucionario coche para tratar de ganar en el Rally Dakar. Pero, además, lo ha hecho saliéndose de los esquemas tradicionales, planteando así un nuevo prototipo híbrido con propulsión eléctrica capaz de soportar etapas diarias con más de 800 kilómetros de recorrido.
Partiendo sobre un papel completamente en blanco, los ingenieros de Audi Sport han desarrollado un coche de competición con unas características técnicas desconocidas hasta la fecha en la prueba dakariana.
Y lo han hecho en tiempo récord, diseñando y desarrollando el nuevo Audi RS Q e-tron en tan solo 12 meses, desde que definieron todo el concepto de su nuevo coche de carreras entre julio y agosto de 2020.
La base conceptual parte sobre la estructura característica de un “buggy”, aunque la introducción de su novedoso sistema electrificado de propulsión le ha llevado a configurar una nueva categoría dentro del reglamento técnico de la especialidad (denominada “T1 Experimental Ultimate”).
El chasis del Audi RS Q e-tron cuenta con una rígida estructura tubular confeccionada en acero de alta resistencia (como exige el reglamento) y toda la carrocería está fabricada en fibra de carbono y kevlar, para aligerar un conjunto de generosas proporciones, aunque el peso mínimo en vacío exigido por el reglamento FIA “T1” para este coche sea de 2.000 kilogramos.
Su carrocería tiene nada menos que 4.500 mm de longitud, una anchura de 2.300 mm y una altura que alcanza los 1.950 mm, con amplios recorridos de suspensión y ruedas grandes que aportan una altura libre de 30 centímetros desde la carrocería hasta el suelo.
Para resistir los impactos y los arañazos, el parabrisas delantero del Audi RS Q e-tron es una luna de vidrio laminado procedente del Audi A4, mientras que las ventanillas laterales son de policarbonato ligero.
La suspensión independiente de paralelogramos deformables desarrollada para el Audi RS Q e-tron tiene una estructura de doble horquilla superpuesta que cuenta con un rígido brazo inferior y un triángulo multibrazo en la parte superior.
Sus amortiguadores de gas (suministrados por el especialista “Reiger”) permiten múltiples reglajes en compresión y extensión, trabajando conjuntamente con unos muelles helicoidales que aportan un recorrido de suspensión establecido ahora en 350 mm para los coches 4×4 de la nueva categoría “T1 Plus” (los coche 4×4 de la categoría “T1” tienen 280 mm de recorrido), aunque todavía lejos de los 460 mm de recorrido que pueden tener los “buggys” 4×2 de tracción a un solo eje (sin limitación en el recorrido de suspensión).
A esto añadimos unos enormes neumáticos “BF Goodrich” en medida 37 x 12,50 R17 (940 mm de diámetro x 320 mm de anchura) que están montados sobre llantas de aluminio forjado con 17 pulgadas de diámetro.
Son los mismos neumáticos grandes que llevan también los “buggy” 4×2 de la categoría “T1” (permitidos ahora en los 4×4 de la nueva categoría “T1+”), aunque en los coches 4×4 no pueden llevar el sistema de inflado y desinflado automático que sí está autorizado en los coches 4×2.
El equipo de frenos del Audi RS Q e-tron lleva unos discos similares en las cuatro ruedas (simplificando así el número de componentes en caso de avería). Tienen la campana interior fabricada en aleación ligera y el disco de fundición gris está ventilado y ranurado, contando con pinzas fijas monobloque de aluminio que tiene seis pistones y están suministradas por los especialistas de “Brembo”.
En los laterales del Audi RS Q e-tron se han colocado las dos ruedas de repuesto que llevan en las largas etapas dakarianas, facilitando así su acceso, aunque el cambio no resulta especialmente sencillo, dado que cada rueda (neumático y llanta) tiene un peso total de 44,7 kilogramos.
