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Todos los Mercedes AMG Black Series (2006 – 2020)

Escrito por: Víctor M. Fernández - 19 julio 2022

Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé Black Series (2011)

Habría que esperar hasta 2011 para que Mercedes-AMG pusiera a la venta la cuarta entrega de sus exclusivos “Black Series”. El Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé Black Series (Serie “W204”) se convertía entonces en el Clase C más potente fabricado hasta esa fecha, incluyendo también una imagen exterior más impactante, mejoras en el chasis y un trabajo de aligeramiento cuyo resultado era algo más discreto que en los anteriores “Black Series”.

Partiendo sobre la base del Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé, la versión Black Series recibía en su exterior nuevos elementos aerodinámicos, unos prominentes pasos de rueda que ensanchaban la carrocería 60 mm (1.855 mm) y tomas de refrigeración de mayores dimensiones para asegurar el buen funcionamiento de su “apretada” mecánica, en carretera y circuito.

A pesar de emplear materiales ligeros como la fibra de carbono en algunas de sus piezas, su peso en vacío marcaba sobre la báscula 1.710 kilogramos, lo que suponía una reducción de 20 kg respecto al C 63 AMG Coupé (1.730 kg).

No obstante, tenía una carrocería de mayores dimensiones, discos de freno más grandes en el eje delantero (390 mm) y neumáticos mucho más anchos, en medida 255/35 R19 delante y 285/30 R19 detrás (235/40 R18 delante y 255/35 R18 detrás en el C 63 AMG Coupé), montados sobre llantas forjadas de 19 pulgadas de diámetro (11 kg más ligeras en total que unas similares de aluminio).

El motor V8 6.2 del Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé Black Series recibía el cigüeñal, las bielas y los pistones forjados empleados en el mismo propulsor atmosférico montado en el vano motor del Mercedes-Benz SLS 63 AMG (571 CV).

Dichos componentes aligerados, junto con las mejoras realizadas en la alimentación y la gestión electrónica, permitieron a los especialistas de AMG elevar la potencia hasta los 517 CV a 6.800 rpm y alcanzar un par máximo de 620 Nm a 5.200 rpm (457 CV y 600 Nm respectivamente en el C 63 AMG Coupé estándar).

Su caja de cambios “AMG Speedshift MCT 7” de siete velocidades tenía un embrague pilotado que anunciaba cambios de marcha en tan solo 0,1 segundos, con cuatro programas de uso (“Comfort”, “Sport”, “Sport Plus” y “Manual”), función de “doble embrague” en las reducciones (sistema igualador de revoluciones) y control de arrancadas desde parado (“Race Start”).

Con todo esto, el Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé Black Series aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y tenía una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 300 km/h (4,4 segundos y 250 km/h respectivamente en el C 63 AMG Coupé).

Más allá del incremento de potencia y el aligeramiento de peso efectuado (3,31 kg/CV), el Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé Black Series recibía también una configuración más radical en la puesta a punto de la suspensión, con amortiguadores de tarado más duro, muelles helicoidales ajustables en precarga, barras estabilizadoras menos flexibles y unas vías ensanchadas nada menos que 40 mm en el eje delantero y 79 mm en el eje trasero.

El interior biplaza de este Black Series se diferenciaba con algunas molduras de fibra de carbono, cinturones de seguridad y costuras de color rojo, revestimientos mixtos en cuero y “Dinamica” (textil sintético símil cuero vuelto), y asientos delanteros bacquet, además de eliminar los asientos traseros para aligerar peso.

Para aquellos que quisieran realizar un uso menos comprometido, la marca de la estrella ofrecía opcionalmente la posibilidad de montar una configuración de cuatro plazas, con los mismos asientos delanteros deportivos tipo bacquet que llevaba el C 63 AMG estándar y dos asientos individuales en las plazas traseras.

También se ofrecían opcionalmente otros tres destacados paquetes, denominados “AMG Track”, ”AMG Aerodinámica” y “AMG Performance Media”. El primero introducía un nuevo radiador activo (ubicado en medio del difusor posterior) para el diferencial trasero autoblocante y neumáticos tipo “semi-slick” de mayor agarre para su uso principalmente en circuito, mientras que el segundo añadía nuevos elementos aerodinámicos fabricados en fibra de carbono, entre ellos, un alerón trasero regulable en inclinación.

El paquete “AMG Performance Media” ofrecía al conductor datos útiles para la conducción en circuito, como tiempos por vuelta y aceleraciones “G”.

Su presentación oficial se realizó en el circuito de Nürburgring, coincidiendo con el GP de Alemania 2011 de Fórmula 1, en el mismo escenario donde el Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé Black Series había superado numerosas jornadas de pruebas sobre el trazado norte “Nordschleife”, llegando al final de su producción con un total de 800 unidades comercializadas.

Tan afinado trabajo sobre Nürburgring le permitía registrar un tiempo por vuelta de 7 m 46 s, casi tan rápido como el potente Mercedes-Benz SLS AMG (7 m 40 s), algo más eficaz que un BMW M3 GTS Coupé “Serie E92” (7 m 48 s) y claramente superior al Mercedes-Benz C 63 AMG Coupé del que derivaba (8 m 13 s).