Bentley Continental GT V8
A pesar de ser el modelo de “acceso” a la gama Continental GT, la versión V8 es capaz de sorprender a cualquiera por potencia y prestaciones (aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y 303 km/h de velocidad máxima). Su motor V8 de 4,0 litros de cilindrada desarrolla 507 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 660 Nm entre 1.700 y 5.000 rpm. Dicho propulsor es el mismo que también utiliza el Audi S8 4.0 V8 TFSI (520 CV a 5.800 rpm), convenientemente adaptado a las características del Continental GT V8, y cuenta con inyección directa de gasolina, 32 válvulas y doble turbocompresor. Una de sus singularidades es que, en determinadas situaciones, puede desconectar automáticamente cuatro de sus ocho cilindros para reducir el consumo. De esta manera y gracias a su eficiente sistema de alimentación, el consumo medio homologado del Continental GT V8 es de 10,5 litros/100 km.
Exteriormente se distingue por el diseño específico de sus tomas de refrigeración delanteras, la doble cola de los escapes con forma de “8” (en referencia al número de cilindros del motor) y por los emblemas de “Bentley” pintados en color rojo (en el capó, el maletero y el centro de las ruedas).
Lleva de serie llantas de aleación de 20” con diseño de cinco radios y neumáticos en medida 275/40 R20, aunque también se ofrece en opción distintos diseños de llantas de aleación de 21 pulgadas.
Como toda la gama Continental GT, la versión V8 cuenta con la suspensión neumática activa de altura y flexibilidad variable “CDC”, caja de cambios automática de 8 velocidades y tracción permanente a las cuatro ruedas, que reparte el 60 por ciento del par a las ruedas traseras y el 40 por ciento restante a las delanteras.
Aunque es la versión menos potente, el Continental GT V8 lleva el mismo equipo de frenos que el GT W12 y el GT Speed, con enormes discos ventilados de 405 mm de diámetro delante y 335 mm detrás. En opción puede montar un equipo de frenos aún más potente, con discos ventilados y perforados de 420 mm delante y 356 mm detrás, fabricados en material compuesto de carbono y carburo de silicio (“CSiC”). Dicho equipo opcional es 20 kilogramos más ligero que el original con discos de fundición gris y, en Bentley, aseguran que sus pastillas de freno duran el doble que las convencionales.
El sistema de control electrónico de estabilidad “ESC” ha sido optimizado en su puesta a punto para toda la gama y conserva el modo “Dinámico” de funcionamiento, que el conductor puede seleccionar desde el interior. Dicho ajuste está pensado para realizar una conducción de estilo deportivo y permite un mayor deslizamiento de las ruedas antes de que las ayudas electrónicas entren en funcionamiento, además de restaurar la entrega del par motor con mayor rapidez tras una intervención del sistema.
