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Cuidamos el “bolsillo” más que la seguridad

Escrito por: Víctor M. Fernández - 23 marzo 2012

Llega a mis manos un comunicado de Ford que dice textualmente: “Con radares y cámaras de seguridad cada vez más presentes en toda Europa, un elemento de equipamiento que permite a los conductores limitar la velocidad máxima se ha convertido en favorito de manera inesperada”. “Ford vendió en 2011, un total de 220.000 coches equipados con el limitador de velocidad programable, superando a cualquier otra tecnología de ayuda a la conducción de la gama. Un 85 % de los compradores encargaron el sistema en los Mondeo y S-Max, mientras que el 83 % lo hicieron en el Kuga”.

En definitiva, en países como Inglaterra, Francia o España es tal la presión ejercida sobre los conductores en materia de limitaciones de velocidad que, finalmente, los políticos que nos gobiernan han conseguido que los conductores de toda Europa estén más preocupados en cuidar el “bolsillo” que en incrementar el nivel de seguridad de sus vehículos.

Hasta hace solo unos pocos años, los conductores españoles preferían pagar el extra de un equipo de música más potente antes que seleccionar la opción de un elemento decisivo en la seguridad activa, como es el control de estabilidad. Afortunadamente, en el último lustro, las preferencias han cambiado y, ahora, la sensibilización de los conductores respecto a la seguridad de sus vehículos parece haber cambiado de forma destacable (las propias marcas han hecho también un importante esfuerzo para que esto suceda).

Tras analizar las ridículas limitaciones de velocidad que se aplican en nuestras carreteras (ver la entrada “¡¡Arriba las manos… todos a 30!!”), no me extraña que los conductores hayan tenido que recurrir en sus vehículos a limitadores de velocidad programables. Es la única manera de que no les “roben la cartera” cada día que mueven el coche por la carretera (plagada de limitaciones inadecuadas y radares “a la caza” perfectamente escondidos).

Según comentan en Ford, “sólo hace falta una pequeña distracción para superar el límite establecido, por lo que el limitador de velocidad ajustable ofrece una gran tranquilidad al conductor”. Yo añadiría también que aporta una mayor seguridad activa, al no tener que padecer la permanente distracción de ir mirando el velocímetro para no salir en la “foto”.

Según la información que envía Ford, se calcula que hay 35.000 radares y cámaras de seguridad repartidas por toda Europa.

Los limitadores de velocidad programables impiden que el coche supere la velocidad que el conductor ha seleccionado previamente y están disponibles en un buen número de modelos de distintas marcas.

  • 3 comentarios

    • Juan Francisco Calero dijo:

      La sensación de acelerar y que el coche no pase de cierta velocidad me parece insoportable y angustiosa. No se cuánto lo usan los que lo compran, ni si van tampoco cambiando la velocidad cada vez que cambia la señalización -con lo cual estarán más tiempo manejando el aparatejo que mirando a la carretera en muchas situaciones.

      • Juan Antonio dijo:

        Coincido al 100%

    • Juan Francisco Calero dijo:

      Por cierto, la última foto es épicamente españoleadora. Me la voy a imprimir tamaño 10×15 (metros) para el salón de mi casa.