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Vettel y Ferrari golpean dos veces. GP de Bahréin 2018

Un relato de El Abuelete del M3 - 9 abril 2018

Barhéin es uno de esos lugares imposibles de imaginar a los que no lo conozcan, islas desérticas, tormentas de arena roja, petróleo y un Circuito de Sakhir donde Sebastian Vettel ha conseguido la victoria por segunda vez consecutiva con Ferrari y por cuarta vez en su carrera deportiva.

Lo ha hecho demostrando una veteranía y una capacidad de resistencia que borrarían cualquier duda que, sobre su verdadera valía, pudiera existir entre aquellos que consideran que sus cuatro títulos mundiales los pudo ganar solo gracias a la incuestionable superioridad de los Red Bull que, durante cuatro temporadas (2010/2013), puso en sus manos un mago de la aerodinámica como Adrian Newey.

En el comienzo de su cuarta temporada en la “Scudería Ferrari”, Sebastian Vettel parece demostrar que, esta vez sí, los de Maranello vuelven a ser la alternativa que pudiera cuestionar el dominio impuesto por el Team Mercedes AMG F1 desde 2014.

No ha sido fácil su camino al suceder a Fernando Alonso en 2015 y hubo tantas frustraciones como triunfos en esta larga travesía del desierto en la que Ferrari hubo de reinventarse desde los cimientos para volver a encontrar el camino de la victoria.

Y ha sido en la noche del desierto rojo donde ha brillado el “rosso corsa” bajo las luminarias encendidas cuando, tras varias vueltas de agonía, el “cavallino” de Sebastian Vettel ha cruzado victorioso la meta, separado apenas 7 décimas de segundo de Valtteri Bottas (Mercedes), incapaz de ensartar la “Flecha de plata” de Mercedes en la diana.

En la sesión de “Qualy” ya había mostrado Ferrari que disponía de cartas ganadoras, colocando sobre el tablero el incuestionable 1 m 27;958 s de la “pole” de Vettel, secundado por un Kimi Räikkönen (Ferrari) que parece dispuesto a guerrear en esta temporada sus posibles últimas batallas en la F1.

 

 

 

 

 

Tras ellos se situaba en la parrilla el Mercedes de Valtteri Bottas, acompañado por Daniel Ricciardo (Red Bull), al haber sido desplazado cinco posiciones (hasta la 9ª plaza) su compañero de equipo, Lewis Hamilton, con problemas en la caja de cambios de su Mercedes-AMG W09.

He inmediatamente detrás, ocupando la 5ª posición, se colocaba Pierre Gasly (Toro Rosso) impulsado por un motor Honda sobre el que se abren interrogantes de su verdadero potencial, que podrían quitar el sueño al mismísimo Fernando Alonso y al equipo McLaren tras su traumática experiencia durante las tres temporadas asociados a la marca nipona.

La sexta posición de Kevin Magnussen (Haas) volvía a confirmar el potencial ya mostrado en la anterior carrera por el monoplaza americano, seguido por Nico Hülkenberg (Renault), Esteban Ocon (Force India), Lewis Hamilton (Mercedes) y Carlos Sainz Jr (Renault), bastante distanciado de su compañero de equipo en un fin de semana donde el madrileño ha sufrido más de lo previsto para su potencial.

Mayor aún era el sufrimiento de Fernando Alonso (McLaren) que, desde el 13º lugar de parrilla (superado por los dos Toro Rosso), estaría obligado a buscar respuesta a preguntas inevitables sobre la violencia del azar en momentos cruciales de una vida deportiva, en la que dos títulos mundiales parecen muy escasos para su madera de campeón.

Desde el momento de la arrancada, la carrera de Bahréin se ha convertido en una disputa vertiginosa en la que todo podía ocurrir y fueron los dos Red Bull de Daniel Ricciardo (con problemas mecánicos) y Max Verstappen (con problemas de fogosidad que le llevaron al desastre) los primeros en quedar varados en la cuneta. El holandés se tocó con Hamilton (Mercedes) y a punto estuvo de arrastrar también a la ruina al monoplaza del británico, provocando la aparición del “VSC” (“Coche de Seguridad Virtual”).

 

 

 

 

 

Con la incógnita de cuál sería la estrategia acertada en la elección de neumáticos y paradas (todos los “pit stops”), Sebastian Vettel (Ferrari) lo hacía en la vuelta 18, tras el amago táctico de Mercedes, que especulaban por radio con supuestos planes “A”, “B”, “C” y “D” para llevar a Valtteri Bottas (Mercedes) a la cabeza de la prueba.

Con 39 vueltas por delante, la estrategia de los de Maranello se exponía a tener que hacer dos paradas, pero la maestría de Vettel conseguía aguantar la degradación de sus gomas de compuesto “blando” hasta el final de carrera, estrategia arriesgada que le lanzaba hacia la victoria (los dos Mercedes copiaban la estrategia, aunque con neumáticos de compuesto “medio”).

Kimi Räikkönen (Ferrari) hacía su segunda parada en la vuelta 35 y los mecánicos tenían un problema para cambiar la rueda trasera izquierda. Un fallo de señalización le daba la salida antes de tiempo al piloto finlandés, que atropellaba a uno de sus mecánicos y le llevaba a firmar su propio abandono.

En el tramo final de la carrera, el acoso al que somete Valtteri Bottas (Mercedes) a Sebastian Vettel (Ferrari) resulta tan asfixiante como inútil, pues ni el “DRS” ni la anchura del asfalto son suficientes para encontrar el hueco por dónde meter el morro del Mercedes, siendo Hamilton (Mercedes) quien subía a la tercera posición del podio.

Cuando la bandera de cuadros marcaba la victoria de Sebastian Vettel en su GP nº 200, las campanas de Maranello repicaban su euforia por ese “dos de dos” que confirma el regreso de Ferrari al lugar donde se disputan las grandes batallas de la Fórmula 1.

 

 

 

 

 

Día de gloria para Pierre Gasly (Toro Rosso), que cruzaba la meta en cuarta posición con un motor Honda en busca de redención, queriendo olvidar los tres amargos años de su vuelta a la F1, asociados a McLaren.

Kevin Magnussen (Haas) obtenía un excelente quinto puesto con el que sentirse orgulloso, dejando constancia de la magnífica competitividad alcanzada este año por los coches del equipo americano, mientras Nico Hülkenberg (Renault) rubricaba la sexta plaza.

Día de alivio también para Woking, situando sus McLaren en 7ª y 8ª posición en una carrera donde sus dos pilotos han batallado duro para borrar el sabor amargo de la jornada del sábado, aunque sigan teniendo mucho camino por recorrer y muchas incógnitas que desvelar para poder luchar en las primeras posiciones.

Y día de preocupación para el equipo Mercedes (menos contundentes que antaño) y también para Carlos Sainz Jr (Renault), que cruzaba la meta en 11ª posición y volvía a ser claramente superado por su compañero de equipo, pero así de dura resulta la máxima categoría, donde todo se puede perder o ganar en escasas décimas de segundo.

CLASIFICACIÓN FINAL GP DE BAHRÉIN 2018

1º Sebastian Vettel (Ferrari), 57 vueltas en 1 h 32 m 01,9 s

2º Valtteri Bottas (Mercedes), a 0,7 s

3º Lewis Hamilton (Mercedes), a 6,5 s

4º Pierre Gasly (Toro Rosso-Honda), a 1 m 02,2 s

5º Kevin Magnussen (Haas-Ferrari), a 1 m 15,0 s

6º Nico Hülkenberg (Renault), a 1 m 39,0 s

7º Fernando Alonso (McLaren-Renault), a 1 vuelta

8º Stoffel Vandoorne (McLaren-Renault), a 1 vuelta

9º Marcus Ericsson (Sauber-Ferrari), a 1 vuelta

10º Esteban Ocon (Force India-Mercedes), a 1 vuelta

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