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Hyundai Veloster Turbo

Escrito por: Víctor M. Fernández - 19 enero 2012

Suspensión, dirección, cambio y frenos revisados

Un motor más potente y un enfoque más “deportivo” son factores determinantes para que Hyundai haya realizado pequeños retoques en el chasis y la mecánica del Veloster Turbo, adaptándolo así a sus mayores prestaciones.

Por un lado, se ha modificado el reglaje de la suspensión, reduciendo su flexibilidad para ofrecer una mayor estabilidad y sensación de aplomo en conducción exigente. Como el resto de la gama Veloster, cuenta delante con un esquema independiente, de tipo McPherson, amortiguadores de gas, muelles helicoidales y una barra estabilizadora de 24 mm de diámetro, mientras que detrás recurre a un eje torsional en “V” con una barra estabilizadora integrada de 23 mm (según Hyundai, una primicia que se adjudican).

El equipo de frenos recibe nuevos discos ventilados delanteros de 300 mm de diámetro (279 mm en el Veloster 1.6 GDI) y pinzas de mayor tamaño, para incrementar su potencia de frenada y la resistencia al sobrecalentamiento. En las ruedas traseras conserva los mismos discos macizos de 262 mm de diámetro.

Las llantas de aleación de 18” son también nuevas y tienen un diseño específico con forma de “turbina” para este modelo. Van montadas sobre unos neumáticos Kumho Solus KH25 en medida 215/40 R18 que han sido desarrollados especialmente para esta versión, aunque sus dimensiones sean similares a las utilizadas en el Veloster 1.6 GDI Sport.

El cambio manual de seis velocidades adapta sus desarrollos a la mayor potencia y par del motor “1.6 GDI Turbo”, alargando la 6ª marcha hasta 40,7 km/h, lo que supone que el Veloster Turbo rodaría a 244 km/h en el caso de ser capaz de alcanzar el régimen de potencia máxima. También está disponible con una caja automática de seis marchas con convertidor de par (Shiftronic), un cambio pensado especialmente para el mercado americano y que, al mercado español, llegará sólo bajo pedido. Dicho cambio automático cuenta con posibilidad de manejo secuencial y levas de cambio detrás del volante.

La dirección tiene asistencia eléctrica y recibe una menor desmultiplicación para hacerla más rápida y directa, con 2,8 vueltas de volante entre topes (3,0 vueltas en el Veloster de 140 CV). Pero, lo más llamativo es que cuenta con un sistema activo denominado “MDPS” (Motor Driven Power Steering). Según Hyundai, en situaciones de conducción determinadas, dicha dirección asistida pilotada puede llegar a ejercer una fuerza de hasta 8 Nm en el sentido que estabiliza la marcha, por ejemplo en cambios de carril rápidos o en frenadas sobre superficies asimétricas (donde el morro tiende a buscar la zona de mayor adherencia y las ruedas traseras a sobrevirar en la parte deslizante). Esta dirección pilotada está controlada mediante el dispositivo de gestión de estabilidad del vehículo “VSM” (Vehicle Stability Management), que a su vez actúa sobre el control de tracción y estabilidad “ESC”.


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