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Bentley Continental GT3-R

Escrito por: Víctor M. Fernández - 24 junio 2014

Chasis con especificaciones “GT3-R”

Una de las principales mejoras introducidas en el Bentley Continental GT3-R es su reducción de peso. Para conseguirlo, los ingenieros de la marca británica han empleado materiales ligeros como la fibra de carbono en los distintos elementos aerodinámicos de la carrocería, en el revestimiento interior de las puertas y en las molduras decorativas del habitáculo, además de prescindir de los dos asientos traseros.

El equipo de frenos cuenta con discos en material compuesto (un 50 % más ligeros que unos de fundición gris) y toda la línea de escape está realizada en titanio (7 kilogramos más ligera), consiguiendo con todo ello aligerar un total de 100 kilogramos el peso final del Bentley Continental GT3-R, aunque sigue siendo un coche cuyo elevado peso en vacío (2.195 kg) parece muy alejado del que marcan en la báscula otros deportivos de similar potencia.

En el apartado de suspensiones, nos encontramos con paralelogramos deformables independientes en las cuatro ruedas, que tiene dobles triángulos superpuestos en el eje delantero y un esquema multibrazo en el eje trasero.

Además, los ingenieros de Bentley han recalibrado la flexibilidad de amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras para adaptar las características de esta versión a su nueva especificación inspirada en la competición. No obstante, el conjunto muelle/amortiguador neumático que lleva de serie permite al conductor seleccionar entre varias opciones de reglaje que aportan un mayor confort o una menor flexibilidad en función de las necesidades de conducción puntuales.

Dicha amortiguación neumática de control electrónico con dureza variable “CDC” (“Continuous Damping Control”) cuenta también con una función autonivelante controlada por ordenador, para mantener en todo momento estable la altura del vehículo.

06_Bentley-Continental-GT3RComparado con el Bentley Continental GT V8 convencional, la suspensión del Continental GT3-R tiene una amortiguación recalibrada y sus muelles neumáticos son un 45 % más duros en el eje delantero y un 33 % en el eje trasero, rebajando la altura del coche 10 mm. Además, la barra estabilizadora trasera reduce su flexibilidad un 54 % y los casquillos de todas las articulaciones han incrementado su rigidez un 70 por ciento.

El equipo de frenos se ha encomendado a cuatro discos flotantes ventilados y perforados, que tienen la campana interior en aluminio y el disco de fricción en material compuesto ligero “CSiC” (carbono y carburo de silicio). Dado el elevado peso final del Bentley Continental GT3-R, dichos discos tienen un generoso tamaño, con 420 mm de diámetro en el eje delantero y 356 mm en el eje trasero, mientras que las pinzas delanteras son fijas de ocho pistones y las traseras son pinzas flotantes monopistón.

Como dato curioso cabe destacar que el equipo de frenos del GT3-R es capaz de absorber hasta 10 megajulios de energía en cada frenada, una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades energéticas de un hogar medio durante seis horas.

El remate final en la puesta a punto del chasis se encuentra en el nuevo recalibrado de las ayudas electrónicas a la conducción, en las cuales se han modificado los parámetros para que el control de tracción y estabilidad “ESP” admitan un mayor grado de deslizamiento antes de entrar en funcionamiento, permitiendo al conductor también la desconexión completa de dichas ayudas.