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Mercedes-Benz SL 65 AMG

Escrito por: Víctor M. Fernández - 30 marzo 2012

Cambio automático de siete marchas

El nuevo SL 65 AMG recibe el cambio automático “AMG Speedshift Plus 7G-Tronic” de siete marchas, en sustitución de la anterior caja automática de solo cinco velocidades. Dicho cambio aporta un escalonamiento mejor adaptado a las características del motor y también un desarrollo largo en la séptima marcha, que permite reducir las cifras de consumo a velocidad constante.

A diferencia del SL 63 AMG (con el cambio “AMG Speedshift MCT” de embrague pilotado), el cambio del SL 65 AMG tiene un convertidor de par, capaz de soportar los 1.000 Nm que desarrolla su motor V12 Biturbo. Dicho cambio recibe ciertas soluciones mecánicas que reducen las fricciones de funcionamiento, favoreciendo así un funcionamiento más suave, rápido y respetuoso con el consumo y las emisiones contaminantes.

Aunque es mecánicamente diferente, el cambio “AMG Speedshift Plus 7G-Tronic” tiene los mismos cuatro programas de funcionamiento que la caja de embrague pilotado (seleccionables mediante un mando giratorio situado en la consola central) y similares leyes de trabajo.

En el programa “C” (Controlada Eficiencia), la caja tiende siempre a seleccionar la marcha más larga posible, los cambios se realizan con mayor suavidad y el dispositivo “start & stop” se mantiene siempre activo (para el motor automáticamente cuando el coche se detiene momentáneamente).

Los programas “Sport”, “Sport Plus” y “Manual” tienen un ajuste de funcionamiento más deportivo y el programa “start & stop” queda desactivado. En aceleraciones a fondo, en dichos programas se produce un corte selectivo de la inyección justo en el momento de cambio de marcha, aspecto que permite cambios más rápidos y produce un sonido característico de escape que emocionará a los conductores. Este cambio “AMG” también da un golpe de gas automáticamente en las reducciones, para hacerlas más rápidas y suaves. Lo único que no tiene es el control de salidas “Race Start”, que lleva el SL 63 AMG y que permite arrancadas desde parado con la máxima eficacia.

En cambio, este V12 Biturbo sí lleva de serie un diferencial autoblocante en el eje trasero (opcional en el SL 63 AMG), imprescindible para obtener la máxima motricidad en un coche de su potencia.