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Audi R8 Spyder 4.2 FSI quattro R tronic

Escrito por: Víctor M. Fernández - 15 junio 2012

Potencia, prestaciones y sensaciones

El motor V8 4.2 FSI de Audi aporta todo un mundo de sensaciones desde el momento que lo arrancamos. Tiene toda la tecnología que se espera en un propulsor de sus características, con inyección directa de gasolina, admisión varible, distribución variable continua en las válvulas de admisión y escape, además de cárter seco para que la lubricación sea perfecta en todo momento y rebajar también el centro de gravedad del motor.

Con todo esto, desarrolla 430 CV a 7.900 rpm y un par máximo de 430 Nm, constante entre 4.500 y 6.000 rpm. Es un propulsor muy elástico, capaz de empujar con fuerza desde bajas vueltas y también subir hasta un elevado régimen. Pero, es a partir de 4.600 rpm donde muestra su verdadero poderío, empujando pleno de energía hasta alcanzar la zona roja del cuentavueltas (a 8.000 rpm). En dicho punto apreciamos con claridad un cambio de fase en la distribución y el propulsor comienza a empujar con más fuerza, además de escuchar cómo el sonido del V8 se torna todavía más “poderoso” y embriagador.

Curiosamente, tiene un sistema de autoprotección en frío que impide superar las 7.000 rpm si la temperatura del aceite lubricante se encuentra por debajo de 60º centígrados.

En cuanto a las sensaciones que transmite, cumple plenamente con lo que esperamos en un deportivo de sus características. El coche empuja y se nota, siendo una delicia estirarlo hasta las 8.000 vueltas que nos marca su máximo régimen. La velocidad máxima alcanza los 300 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y de 0 a 200 km/h en 15,7 segundos.

Lo que no gusta tanto es el consumo, elevado en líneas generales a pesar de tener inyección directa. El peso, el freno por rozamiento que genera su sistema de tracción total y una aerodinámica no precisamente baja (Cx 0,36) contribuyen a que su consumo medio sea más bien alto (13,5 l/100 km el homologado). En conducción suave, dentro de los límites legales, será complicado bajar de 12,5 l/100 km, mientras que el consumo mixto a ritmo ágil se dispara hasta unos 17,8 l/100 km, alcanzando medias superiores a los 30 l/100 km cuando damos rienda suelta a las prestaciones y sus 430 CV.

Todo esto hace que la autonomía media apenas supere los 300 kilómetros en el uso cotidiano, a nada que realicemos una conducción medianamente dinámica o tengamos que circular entre el tráfico urbano con asiduidad.