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Mini Coupé

Escrito por: Juan Francisco Calero - 2 diciembre 2011

Motores briosos y eficientes

¿Ya estás al mando? Mini ha tomado como base para esta nueva versión tres motorizaciones de gasolina, todas con el apellido Cooper; y como no podía ser de otro modo, son las más potentes: Cooper (1.6 122 CV), Cooper S (1.6 turbo 184 CV) y John Cooper  Works (1.6 turbo 211 CV). Además, en la vertiente Cooper S hay opción de adquirir una versión diésel “Cooper SD” de 143 CV, exactamente la misma potencia máxima del BMW 118d, con el que comparte motor, entre otros. A pesar de ser entre 15 y 50 Kg más pesado que el Mini tres puertas, el Coupé declara prestaciones ligerísimamente mejores –una décima por aquí, un par de Km/h por allá- gracias a la mejor aerodinámica de esta versión y a algún retoque en la electrónica del motor, a pesar de que la potencia sigue siendo la misma.

Las dos variantes más potentes conservan el excelente motor 1.6 turbo en versiones de 184 y 211 CV. En este último, el John Cooper Works, hay además un botón que permite variar la respuesta de la dirección y del gas, para hacerlos más directos en su respuesta. Además de las diferencias estéticas y de puesta a punto del chasis –frenos inclusive-, el John Works necesita medio segundo menos en el 0 a 100 km/h (6,4 frente a 6,9 segundos) y alcanza una punta de 10 Km/h más (240 frente a 230 km/h). Por todo ello tienes que pagar la nada despreciable cifra de 6.000 euros extra (27.000 contra 33.000 euros).

A su vez, Mini ha puesto al mismo precio la versión Cooper S de gasolina y la diésel -27.000 euros-, 184 contra 143 CV tienen lógicamente un claro ganador en prestaciones; aunque curiosamente menos de lo que cabría esperar, pues el diésel pesa sólo 10 kilos más.

Todas los Mini Coupé tienen una serie de medidas para ahorrar consumo. Cuentan con el sistema de parada y arranque del motor automático en detenciones, un alternador que trabaja sobre todo cuando el motor retiene, para no restar energía al acelerar, y un sistema de recomendación de cambio de marcha. En relación a la potencia y a las prestaciones, los consumos que anuncia Mini son ridículos. El Diesel Cooper SD se queda en tan sólo 4,3 litros/100 km de consumo medio, mientras que el Cooper S anuncia 5,8 por 7,1 litros/100 km del John Cooper Works. Por su parte el benjamín de los Cooper, de 122 CV, se queda en tan sólo 5,4 litros a los 100 km. Consumos que, por nuestra experiencia, será muy difícil emular en condiciones reales de conducción, salvo que nos compremos un Mini Coupé para ir pisando huevos.


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