Consumos muy heterogéneos
Es un denominador común de todos los motores turbo de gasolina: si les zurras consumen mucho. En consecuencia, si le damos alegría a las sensaciones en una retorcida carretera de montaña practicando una conducción deportiva, nuestro Beatle puede “beberse” más de 15 litros sin problemas. Pero no hay que alarmarse. En el otro extremo de la balanza será capaz de merodear los 10 litros en autovía/autopista, lo que resulta honesto teniendo en cuenta que la aerodinámica no es su fuerte y que las enormes ruedas montadas son también un freno al avance considerable (el vehículo que hemos probado llevaba las llantas opcionales de 19 pulgadas con neumáticos 235/40 R19). En uso muy general lo normal será ver indicaciones en el ordenador de a bordo entre los 10 y los 12 litros, aunque es de ese tipo de coches donde el modo de conducir tiene una influencia muy directa en el gasto de combustible.