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Ford Focus RS III 2.3 EcoBoost

Escrito por: Víctor M. Fernández - 26 diciembre 2016

Agradable presentación interior y un puesto de conducción a la altura

Como ocurre en el resto de los modelos de la gama Focus, la versión “RS” muestra una agradable presentación interior, con un nivel de acabado acorde a lo esperado en un compacto de sus características y materiales de buen tacto y adecuada calidad en líneas generales.

No obstante, en el interior del Ford Focus RS III hay pocos detalles diferenciadores respecto al ya deportivo Focus ST y tan solo se distingue por el velocímetro analógico escalado hasta 300 km/h, los anagramas “RS” en el volante y los bajos de puerta, sus bordados en color azul y la posibilidad de llevar opcionalmente unos asientos delanteros bacquet “Recaro RS”, con tapicería mixta en piel y microfibra sintética (símil cuero vuelto).

Semejante similitud puede transmitirnos la sensación de falta de “personalización” interior y la verdad es que le falta “algo más” para transmitir más deportividad en su interior (quizá unas molduras interiores diferentes), aunque tenga detalles como los pedales en acero inoxidable o la batería de instrumentación adicional situada en la parte superior del salpicadero (con indicadores de presión de aceite, temperatura de aceite y presión de soplado del turbo).

Nuestra unidad de pruebas llevaba los asientos bacquet opcionales, que resultan cómodos en su forma y mullido y excelentes en sujeción lateral, aunque pierden confort (al ser más estrechos) y funcionalidad en el uso cotidiano (cada vez que entramos y salimos del coche tenemos que sortear los resaltes laterales).

Así pues, los asientos bacquet “Recaro RS” son los más recomendables para realizar una conducción al límite o rodar en circuito, pero los asientos deportivos tipo bacquet que lleva de serie me parecen los más adecuados para aquellos que no quieran llegar a tanto.

La posición al volante resulta muy cómoda en el Ford Focus RS III, todos los mandos quedan a mano y los indicadores de la instrumentación se visualizan con facilidad, mientras que los mandos multifunción del volante permiten manejar los diferentes menús que se visualizan en la pantalla en color de la instrumentación y algunos dispositivos del equipo multimedia.

14_Ford-Focus-RS-23-Ecoboost-PruebaLa pantalla en color de la consola central tiene manejo táctil y un generoso tamaño de 8 pulgadas, aunque la “estrella” de todo esto la encuentro en su sistema de control mediante órdenes de voz “SYNC 2”, que permite controlar aún más fácilmente (sin soltar las manos del volante ni desviar la vista de la carretera) las funciones del equipo de audio, del navegador, del teléfono manos libres y de la climatización.

No hay queja reseñable con el nivel de equipamiento, aunque el Focus RS III prescinde de dispositivos como el detector de vehículos en el ángulo muerto, el control de cambio de carril involuntario, el control automático de luces de carretera o el sistema de reconocimiento de señales de tráfico que sí se ofrecen opcionalmente en otras versiones de la gama Focus.

También es cierto que no echamos nada destacable en falta y que la versión RS lleva de serie los faros bixenón adaptativos (orientables en curva) y otros elementos que no se ofrecen en el resto de los Focus, como su avanzado sistema de tracción total, la amortiguación regulable, el equipo de frenos “Brembo” con pinzas fijas, las distintas llantas de aleación de 19 pulgadas o la selección de modos de conducción (“Drive Mode”).

Lo que sí cabe destacar es la funcionalidad que ofrece su carrocería de cinco puertas, con una habitabilidad interior holgada para acomodar bien a cuatro pasajeros (la plaza central trasera es menos utilizable).

La introducción del diferencial trasero también ha restado espacio al maletero (con menos altura disponible), que en el Focus RS III ofrece 260 litros de capacidad (316 litros en un Focus ST), pero mantiene la posibilidad de abatir el respaldo trasero en partes desiguales (60/40). Debajo del piso hay un espacio adicional compartimentado, en donde encontramos los triángulos de avería, el paquete para reparar pinchazos (con líquido sellante y compresor de aire), el gancho de remolque, el “subwoofer” del equipo de audio y algún compartimento adicional para colocar otros accesorios.