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Gilles Villeneuve, el príncipe sin corona. Parte 3

Un relato de El Abuelete del M3 - 10 julio 2020

Villeneuve recibía una oferta millonaria de McLaren

La temporada de 1981 no había sido fácil en el seno de Ferrari, con un monoplaza completamente nuevo que estaba en pleno proceso de evolución en cada carrera.

Las peculiares reacciones del Ferrari 126 CK y cierta falta de competitividad en algunos trazados le obligaba a Gilles Villeneuve a luchar contra los rivales y también contra su propio monoplaza, situación que acuciaba su frustración en muchas ocasiones y le llevaba hasta el error en un buen número de situaciones, tratando de suplir con su genialidad el agarre que le faltaba en las curvas al monoplaza.

El evidente descontento de Gilles Villeneuve no pasó desapercibido para Ron Dennis, que se había situado al frente del equipo McLaren desde la temporada anterior (1980) y el astuto dirigente británico se las ingeniaba para hacerle su particular oferta al piloto canadiense, a pesar de haber reconfirmado ya su asiento en Ferrari para 1982.

El comienzo de las negociaciones entre Ron Dennis y Gilles Villeneuve (junto a su representante) se producía el fin de semana en el que se disputaba el GP de Canadá (septiembre de 1981), con un cruce de mensajes casi clandestino e ingeniosas argucias para comunicarse sin que nadie lo percibiera.

En el mismo “pit lane” del circuito de la Isla de Notre Dame (Montreal), durante los entrenamientos del GP de Canadá 1981, Ron Dennis le enseñaba a Villeneuve una de las pizarras que se muestra a los pilotos en la pista, en donde ponía el número “2.5” (lo que significaba un salario de 2,5 millones de dólares).

Gilles cruzó el “pit lane” y cambió dicha cifra, colocando el número “3.5” (demandaba así un salario de 3,5 millones de dólares para fichar con McLaren).

Niki Lauda, al volante del McLaren-Ford MP4/1, durante las pruebas privadas realizadas en el circuito de Donington Park a finales de la temporada 1981. Dichas pruebas le llevaron a fichar con el equipo británico para la siguiente temporada.Cuando todo parecía encaminado para cerrar el acuerdo con el rápido piloto canadiense, en McLaren realizaron unas pruebas privadas con Niki Lauda, que se ponía a los mandos del novedoso McLaren-Ford MP4/1 que habían utilizado con éxito a lo largo de la temporada 1981 (el primer Fórmula 1 con chasis monocasco de fibra de carbono).

El éxito de aquellas pruebas en el circuito de Donington Park (Inglaterra) y la evidente motivación de Lauda por volver a la Fórmula 1 (con problemas financieros tras la apertura de su compañía aérea) llevó a los responsables de McLaren a decantarse para la temporada 1982 por el, entonces, doble campeón del mundo (1975 y 1977).

Lauda obtendría ya en su retorno dos victorias al volante del McLaren MP4/1B y lograba su tercer título de piloto en la temporada 1984 (McLaren-TAG Porsche MP4/2).

Nadie sabe hasta donde hubieran llegado aquellos monoplazas de McLaren con Gilles Villeneuve al volante, equipo con el que debutó el canadiense en la Fórmula 1 de manera prometedora y que le dejó escapar al finalizar la temporada 1977.

NOTA: Continúa en Parte 4