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Niki Lauda vs James Hunt. II parte

Un relato de El Abuelete del M3 - 26 septiembre 2013

Un campeón “low cost” (1976)

Teddy Mayer, el patrón de la escudería McLaren en aquel entonces, supo aprovechar el deseo de Hunt por competir para ellos y su fichaje para la temporada 1976 no fue gratuito, pero sí muy barato. El piloto británico firmó también un acuerdo con la empresa tabaquera patrocinadora y, según palabras de John Hogan (patrón de Marlboro) al finalizar la temporada, “jamás en toda la historia de la Fórmula 1, ningún Campeón del Mundo había sido contratado por menos dinero que Hunt”.

Durante las pruebas invernales de preparación, James Hunt apenas había pilotado el McLaren-Ford M23 diseñado por Gordon Coppuck. Tan solo realizaba unas vueltas de toma de contacto en Silverstone y adaptaba el asiento y el “cockpit” a su altura y complexión.

Cuando llegaron al circuito de Interlagos, para disputar el GP de Brasil de 1976, alguien no había realizado bien su trabajo y el atlético James apenas podía acomodarse en el interior de su flamante McLaren, que conservaba las medidas del anterior “inquilino”, Emerson Fittipaldi.

Pese a la incomodidad física y la presión de ser observado por los responsables de su nuevo equipo, conseguía marcar la “pole”, con los Ferrari 312 T de Niki Lauda y Clay Regazzoni inmediatamente detrás. Sorprendido en la arrancada, tratando de no cometer errores que le dejaran fuera de carrera al primer compás, era rebasado por sus dos rivales y sufría un accidente a pocas vueltas del final que le llevaban al abandono, mientras Niki Lauda se alzaba con la victoria.

James Hunt repetía “pole position” en el GP de Sudáfrica (Kyalami), pero Niki Lauda volvía a ganar, quedando apenas a un segundo de distancia del vencedor.

Salida del GP de Estados Unidos Oeste de 1976, disputado en el circuito urbano de Long Beach. En primer término Clay Regazzoni (Ferrari 312 T nº 2) y Patrick Depailler (Tyrrell-Ford 007 nº 4), justo por delante de James Hunt (McLaren M23) y Niki Lauda (Ferrari 312 T).Tampoco le fueron bien las cosas en el GP de Estados Unidos del Oeste (Long Beach), donde un accidente en la vuelta 3 de aquel endemoniado circuito urbano le llevó a montar en cólera, por entender que Patrick Depailler (Tyrrell-Ford 007) le había cerrado deliberadamente, estrellándole contra los bloques de hormigón.

Su aparición en la rueda de prensa posterior al triunfo de Clay Regazzoni, con Niki Lauda y Patrick Depailler acompañándole, quedó para el recuerdo. James Hunt, haciendo las veces de iracundo periodista, interpela y acusa a Patrick de todos sus males, mientras los pilotos de Ferrari no pueden ocultar su regocijo.

Después del éxito del Ferrari 312 T en la temporada anterior, todo parecía indicar que el campeonato lo volvería a ganar Niki Lauda, dada su superioridad, pero James Hunt era una persona que confiaba en sus posibilidades y la temporada no había hecho más que empezar.

James es un tipo tan singular que, cuando no tiene un accidente, se pelea con alguien de su equipo o lo hace con los comisarios. Es un piloto diferente, descontrolado, tan nervioso que vomita detrás del box antes de cada salida, porque tiene miedo a conducir coches de carreras y no lo oculta. No obstante, olvida el miedo cuando olfatea la victoria y su máxima filosófica sostiene que «piloto que conoce el miedo, pero lo combate corriendo, corre más».