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Copas y carreras al ritmo de la musica disco

Un relato de El Abuelete del M3 - 10 julio 2012

Tal como éramos en los rallyes

Es imposible hablar de aquel tiempo, de lo que hacíamos y de lo que nos divertíamos entre cafés irlandeses, copas y carreras a ritmo de “Disco Funky” (viviendo en muchos casos los mejores años de nuestras vidas), sin traer a este espacio recuerdos con una muestra de nombres propios y de batallas que marcaron la historia de los rallyes españoles a finales de los años 70.

Sigo recordando, como si fuera ayer, aquellos nombres “compuestos”, rotulados en aquellos vehículos “descompuestos” en cada tramo y en cada curva. Nombres como “Genito – Cabal”, a la orden de mi teniente; “Zorrilla – Kaibel”, aquel “Zorro” que, antes de Begoña llevó de sufridor a Pedro Ojesto, un tipo que, cuando comprobaba que su “señorito” no hacía ningún caso de las notas, tomaba la guitarra y se las cantaba en plan “Clavelitos”; “Trabado – Pardo”, la furia y la razón; ”Rizos Muñoz – Petisco”, siempre un punto distantes; ”Daniel – Caesar”, persiguiendo campeonatos con su Mini verde; ”Augustín – Boto”, un “Pelos” intrépido como pocos, guiado por Antonio, en su forja como uno de los mejores copilotos españoles; “Aníbal – Vivi”, una pareja que inventaron la “prudencia” más veloz (Aníbal Caro era conocido cariñosamente con el nombre de “Prudencio”); ”Landete – Llopis”, dos mujeres en un mundo para hombres muy valientes…

Eran muchos más y todos admirables. Algunos se quedaron ya en el camino, como Manolo Barbeito, al que recuerdo alegre, llevando con orgullo su txapela roja. También recuerdo una chaquetilla familiar de un pasado carlista y sus patillas a lo Zumalacárregui. El bueno de Manolo nos dejó a mitad de tramo, mientras le cantaba las notas a Jorge De Bagratión en el “II Criterium Pub 6 Peniques –  XIV Criterium Luis de Baviera” de 1977. También mi recuerdo para León de Cos, a bordo de aquel precioso Porsche 911 con los colores de “Puma”. Lo único que me reconforta es saber que, Manolo y León, vivieron sus vidas «a fondo» y nos dejaron haciendo lo que más les apasionaba.


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