Profundo trabajo de aligeramiento
Los ingenieros de AMG han trabajado a fondo en el aligeramiento de esta nueva versión “Black Series”, logrando rebajar nada menos que 70 kilogramos de peso respecto al SLS AMG convencional (a pesar de tener una carrocería más ancha y ruedas más grandes). No han escatimado en medios para conseguirlo, utilizando materiales ligeros (aluminio, titanio y fibra de carbono) en la mayor parte de las piezas del vehículo.
El empleo de plástico reforzado con fibra de carbono se ha extendido a elementos como el panel situado detrás de los asientos bacquet, el capó delantero y los distintos elementos aerodinámicos de la carrocería. Como en el resto de los SLS, también es de fibra de carbono el árbol de transmisión (que pesa tan solo 4,7 kg), aunque en el “Black Series” se ha ampliado el empleo de dicho material ligero a la carcasa del puente de transmisión, que une el motor con la caja de cambios (situada en la parte trasera). La nueva carcasa de fibra de carbono tiene un peso de 13,3 kg, exactamente la mitad de lo que pesa la misma pieza fabricada en aluminio que utilizan el resto de los SLS.
En esta lucha declarada contra el peso, los nuevos asientos bacquet han permitido aligerar el conjunto 15 kg, las llantas de aleación forjadas reducen otros 4 kg, el escape de titanio alivia 13 kg, los discos de freno carbono cerámicos rebajan 16 kg, la ausencia del equipo multimedia “Comand APS” (en opción) descarga otros 6 kg y el empleo de una nueva batería de ion-litio ha permitido aligerar 8 kilogramos más.
Con todo esto, el peso en vacío del Mercedes SLS AMG Coupé Black Series se ha llevado hasta 1.550 kilogramos (70 kg menos), lo que aporta una relación peso/potencia de 2,45 kg/CV, la mejor hasta la fecha en un modelo “Black Series”.
