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Mercedes-AMG GT Black Series 2020

Escrito por: Víctor M. Fernández - 9 octubre 2020

Pequeños ajustes en la transmisión y mejoras en su refrigeración

El Mercedes-AMG GT Black Series (730 CV) hereda todo el equipo de transmisión empleado ya en el AMG GT R (585 CV), aunque convenientemente adaptado y reforzado para soportar el importante incremento de potencia y par motor, contando con la caja de cambios automatizada de doble embrague con siete velocidades, denominada “AMG SPEEDSHIFT DCT 7G”.

Además de introducir una evolución en la gestión electrónica de los programas de cambio, a nivel mecánico recibe ligeros ajustes en los desarrollos de transmisión para adaptarse todavía mejor a su uso en circuito y a la respuesta más directa del motor.

También se ha reforzado el equipo de refrigeración de la caja de cambios, contando con un radiador de mayor tamaño para mantener el lubricante de la caja y el diferencial trasero a temperatura siempre óptima.

Otro de los elementos en los que se ha trabajado específicamente en la versión AMG GT Black Series ha sido la puesta a punto del control de salidas (“Race Start”), para adaptarse al mayor régimen empleado en la arrancada y el mayor agarre de sus neumáticos traseros más anchos (335/30 R20). En Mercedes prometen salidas desde parado aún más contundentes y eficaces, en donde el diferencial trasero activo se bloquea al 100 % y se ha regulado electrónicamente el resbalamiento de las ruedas en la arrancada de manera más precisa.

Como en el resto de las versiones de la Gama Mercedes-AMG GT, la caja de cambios está colocada en disposición “transaxle” (motor delante y cambio detrás), solución que permite optimizar al máximo el reparto de pesos entre ambos ejes.

También hereda del AMG GT R la carcasa de transmisión construida en fibra de carbono (“Torque Tube”), encargada de unir el motor (situado detrás del eje delantero) con la caja de cambios (posicionada por delante del eje trasero).

Con un liviano peso de 13,9 kilogramos, dicha carcasa de transmisión no solo es un 40 % más ligera que una similar fabricada en aluminio, sino que también aporta una conexión más directa y eficaz de todo el grupo moto propulsor, al ser un elemento más resistente a la torsión.

Además, el propio árbol de transmisión también está fabricado con fibra de carbono, solución que aligera su peso y también aporta una respuesta más directa del motor, al ofrecer una menor resistencia de rotación.

Con ayuda del mando giratorio del volante (“AMG Dynamic Select”) o el botón específico situado en la consola central, el conductor puede seleccionar entre seis modos de conducción (“Slippery”, “Individual”, “Comfort”, “Sport”, “Sport +” y “Race”) que afectan también a la gestión y respuesta del cambio automatizado con doble embrague (en selección de cambio completamente automática o manual).

Con el programa de conducción “Race” (“Carrera”), la estrategia del cambio de siete velocidades se adapta a un manejo en régimen de “competición”, con acoplamientos de marcha ultrarrápidos.

Además, pulsando el botón de selección de programas de transmisión (situado en la consola central), el conductor puede elegir entre el accionamiento del cambio automático (“D”) o manual (“M”), independientemente del modo de conducción utilizado.

En el programa “M” (“Manual”), las marchas se seleccionan secuencialmente mediante las levas situadas detrás del volante.

La transmisión del Mercedes AMG GT Black Series se completa con un avanzado diferencial autoblocante de regulación electrónica. Su gestión activa trabaja con una acción de bloqueo variable en fases de aceleración y de retención, optimizando así su capacidad de tracción y también la velocidad de paso por curva.

Otro de los elementos reseñables en el nuevo Mercedes-AMG GT Black Series son los soportes dinámicos para el motor y la caja de cambios que lleva de serie (disponibles también en otras versiones AMG GT), que modifican su rigidez de forma instantánea e independiente (en fracciones de segundo) en función de las condiciones de conducción y el comportamiento de marcha.

Mediante distintos sensores, el programa de conducción seleccionado y el trabajo de su gestión electrónica “ACC” (“AMG Chassis Controler”), los apoyos dinámicos del motor (delante) y la caja de cambios (detrás) regulan su dureza de manera individual pero perfectamente coordinada, contando con un nuevo reglaje específico en esta versión Black Series.

Los apoyos blandos favorecen el confort y filtran mejor el ruido y las vibraciones, mientras que la configuración más dura de dichos soportes aporta una mayor rigidez al conjunto del chasis para incrementar la eficacia en conducción exigente y la precisión de reacciones percibida al volante.