Nuevo motor AMG 4.0 V8 Biturbo con 462 y 510 CV
El Mercedes AMG GT cuenta con un motor 4.0 V8 Biturbo de nuevo desarrollo que entrega 462 CV de potencia a 6.000 rpm en la versión GT y alcanza los 510 CV a 6.250 rpm en la versión AMG GT S.
Conocido con la denominación interna “M178”, es un propulsor fabricado enteramente en aluminio, con 3.982 cm³ de cilindrada, cárter en seco, inyección directa de gasolina de tercera generación (con inyectores piezoeléctricos), cuatro válvulas por cilindro y distribución variable continua para la admisión y el escape.
Además, lleva dos turbocompresores colocados en el interior de la “V” que configuran las dos bancadas de cilindros, cuyo aire de admisión está refrigerado mediante dos “intercooler”. Dicha configuración permite ofrecer un conjunto más compacto, una respuesta óptima en la sobrealimentación y bajas emisiones de escape, gracias al eficaz flujo de aire en torno a los catalizadores dispuestos cerca del motor.
Según Mercedes, este nuevo propulsor AMG 4.0 V8 Biturbo es el primero que aúna los turbocompresores situados en el interior de la “V” de las bancadas y engrase mediante cárter seco (que ha permitido posicionar el motor más bajo y rebajar el centro de gravedad), además de incorporar tecnología ya empleada en el propulsor AMG 2.0 Turbo de cuatro cilindros en línea del Mercedes A 45 AMG (360 CV), que cuenta con la misma relación entre el diámetro y la carrera (83,0 x 92,0 mm).
En Mercedes no especifican los cambios realizados en el motor para elevar su potencia en la versión AMG GT S, aunque muy probablemente afecten a la gestión electrónica del motor y la presión de sobrealimentación. Si en el Mercedes AMG GT desarrolla 462 CV a 6.000 rpm (116 CV/litro) y 600 Nm entre 1.600 y 5.000 rpm, en el Mercedes AMG GT S alcanza los 510 CV a 6.250 rpm (128 CV/litro) y 650 Nm de par máximo entre 1.750 y 4.750 rpm.
Con semejantes cifras, el Mercedes AMG GT acelera de 0 a 100 km/h en 4,0 segundos y requiere 3,8 segundos en la versión AMG GT S, alcanzando una velocidad máxima de 304 y 310 km/h respectivamente (autolimitada electrónicamente en ambas versiones), mientras que el consumo medio homologado es de 9,3 l/100 km en el GT y 9,4 l/100 km en el GT S.
El Mercedes AMG GT S lleva de serie el sistema de escape “Performance” con mariposas variables, dispositivo ofrecido en opción en la versión AMG GT y que permite obtener un sonido más intenso en las fases de aceleración.
Mediante un mando giratorio (“Dynamic Select”) situado en la consola central, el conductor puede seleccionar entre cinco modos de ajuste que modifican la respuesta del motor para adaptarla al estilo de conducción requerido (“Individual”, “Controlled Efficiency”, “Sport”, “Sport +” y “Race”), afectando además sobre el sonido del propulsor cuando lleva el sistema de escape “Performance”, aunque existe también un botón específico que actúa directamente sobre las mariposas del escape variable para ofrecer el sonido más deportivo.
Como es ya tradicional en los modelos AMG, cada motor está montado a mano por un solo mecánico en las instalaciones de Affalterbach (Alemania) y cuenta con una chapa personalizada con la firma de dicho operario.
