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Lamborghini Veneno / Veneno Roadster

Escrito por: Víctor M. Fernández - 23 octubre 2013

Motor V12 con 750 CV de potencia

El Lamborghini Veneno / Veneno Roadster recurre a una evolución del motor V12 “L539” que lleva el Lamborghini Aventador LP 700-4 (coupé y descapotable). Dicho motor con la “V” a 60º está fabricado enteramente en aluminio, tiene 6,5 litros de cilindrada, una elevada relación de compresión (11,8 a 1) y una carrera corta que le permite alcanzar regímenes de giro elevados.

Su sistema de alimentación cuenta con inyección indirecta de gasolina con gestión electrónica y colectores de admisión de longitud variable. La distribución está confiada a dos árboles de levas por bancada de cilindros para mover sus 48 válvulas, cuya fase de apertura es variable en admisión y escape.

Para incrementar aún más la cifra de potencia, el motor empleado en el Lamborghini Veneno recibe algunas modificaciones que afectan a su sistema de admisión y mejoras en la alimentación para incrementar ligeramente el régimen máximo del motor (en Lamborghini no declaran la cifra), además de introducir cambios en su sistema de escape. Con dichos retoques, el propulsor del Veneno desarrolla 750 CV (50 CV más que el Aventador), lo que supone una potencia específica de 115,4 CV/litro.

Este motor V12 con cárter seco está colocado en disposición longitudinal, centrado entre los asientos y el eje trasero. Mide 784 mm de longitud, 848 mm de anchura (con los colectores de escape integrados) y 665 mm de altura (con el sistema de admisión incluido), marcando en la báscula un peso total de 235 kilogramos, de los cuales 24,6 kg corresponden a su cigüeñal endurecido con nitruro y 21 kg a cada una de sus dos culatas fabricadas en aleación de aluminio y silicio.

El sistema de escape tiene cuatro colectores “tres a uno” que, a su vez, cuentan con cuatro convertidores precatalíticos situados cerca del motor, por delante de otros dos catalizadores principales más. También lleva dos silenciadores independientes, uno de baja sonoridad y otro de gran volumen, que están regulados por unas válvulas controladas a través de la gestión del motor para moderar el sonido a bajo régimen e incrementar la sinfonía de sus doce cilindros conforme van subiendo de vueltas.

Cada motor V12 del Lamborghini Veneno está montado a mano en la factoría de Lamborghini en Sant’Agata Bolognese (Italia), cuidando así hasta el más mínimo detalle.