Motor central trasero, 252 CV de potencia y cambio robotizado
El nuevo desarrollo del Alpine A110 ha permitido a los ingenieros tomar acertadas decisiones que mejoran aún más el planteamiento técnico empleado en el primer Alpine A110 Berlinette (1961 – 1977).
La vanguardia se impone y los principales avances respecto al icónico modelo original pasan por la nueva disposición del motor, el empleo de la sobrealimentación y el uso de una moderna caja de cambios de doble embrague automatizado.
Si aquel primer Alpine A110 tenía el motor colocado longitudinalmente por detrás del eje posterior, el nuevo modelo ha sido optimizado con la disposición central trasera transversal del propulsor, mejora que permite obtener un comportamiento más neutro y optimizar el reparto de pesos.
A esto último contribuye también la colocación del depósito de combustible (45 litros), situado por detrás del eje delantero, consiguiendo en su conjunto un reparto de pesos del 44 % en el eje delantero y el 56 % en el eje trasero.
El propulsor 1.8 TCe empleado en el nuevo Alpine A110 es similar al utilizado en el Renault Mégane IV RS (280 CV), aunque en el biplaza deportivo se ha modificado la admisión, el turbocompresor, la gestión electrónica y el escape para adaptarlo específicamente al modelo de Alpine.
Dicho propulsor tiene cuatro cilindros en línea, 1.798 centímetros cúbicos, inyección directa de gasolina, distribución variable y un turbocompresor “BorgWarner” de entrada simple con el aire de admisión refrigerado mediante un “intercooler”.
Esta configuración desarrolla en el Alpine A110 una potencia máxima de 252 CV a 6.000 rpm, una potencia específica de 140,1 CV/litro y un par motor de 320 Nm entre 2.000 y 5.000 rpm.
Opcionalmente se ofrece un sistema de escape “Sport Activo”, que intensifica la sonoridad cuando seleccionamos los modos de conducción “Sport” y “Track”.
Tal y como lo hacía su antecesor, el nuevo Alpine A110 transmite la potencia a través de las ruedas traseras, pero recibe una moderna caja de cambios automatizada “DCT” (“Double Clutch Transmission”) desarrolla por los especialistas de “Getrag”.
No es la misma caja de doble embrague robotizado que lleva el Renault Mégane IV RS puesto que, en el Alpine A110, disponemos de siete velocidades con un escalonamiento específico (seis marchas en el Mégane RS).
El cambio “DCT” se puede utilizar de forma completamente automática (que varía su funcionamiento en función del modo de conducción seleccionado) o también de manera manual secuencial, mediante las levas situadas detrás del volante (posicionadas fijas en la columna de dirección).
El Alpine A110 carece de un diferencial autoblocante mecánico, pero a cambio dispone de un control de frenado vectorial “BVC” (“Brake Vectoring Control”) que, mediante el equipo de frenos, actúa a modo de autoblocante frenando selectivamente la rueda interior trasera en el momento necesario.
Con todo esto y favorecido por su bajo peso, favorable relación peso/potencia (4,4 kg/CV) y eficaz funcionamiento del control de arrancadas “Launch Control”, el nuevo Alpine A110 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y cubrir un kilómetro con salida parada en tan solo 23,2 segundos, mientras que la velocidad máxima ha sido limitada electrónicamente a 250 km/h.
También destaca en sus cifras de consumo, con un valor medio homologado de 6,1 l/100 km, favorecido por la contenida cilindrada de su propulsor 1.8 Turbo y aquilatado peso.
