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Saab 9-5 Aero 2.8T V6 XWD Automático

Escrito por: Víctor M. Fernández - 24 octubre 2011

INYECCIÓN DIRECTA / CARBONILLA

INYECCIÓN DIRECTA

Buen comportamiento y reacciones progresivas

El Saab 9-5 Aero es uno de esos coches que transmite buenas sensaciones al volante. Pisa bien, con reacciones muy progresivas y predecibles en todo momento, pero sin perder un toque de dinamismo que agradecerán los conductores a los que les guste un estilo de conducción más deportivo. 

Facilidad de conducción

Por comportamiento, respuesta del motor, capacidad de tracción y funcionamiento del resto de sus elementos mecánicos, este coche resulta muy fácil y agradable de conducir en cualquier circunstancia.

Motor suave y silencioso

Su propulsor V6 2.8 Turbo tiene un funcionamiento muy suave y un contenido nivel de sonoridad que aportan un confort de marcha ejemplar. El silencio percibido en el habitáculo es una de sus cualidades a destacar. 

Respuesta desde bajo régimen

La sobrealimentación le sienta bien al motor del 9-5 Aero, ofreciendo una respuesta brillante desde bajo régimen que aporta un agrado de conducción satisfactorio.

Rodadura muy suave y agradable

Además de la suavidad y contenida sonoridad del motor, la comodidad de marcha está rematada por el confort de suspensiones y por su suavidad de rodadura.

Capacidad de tracción

Su tracción a las cuatro ruedas aporta una motricidad ejemplar en cualquier circunstancia, transmitiendo al suelo cada uno de los 300 CV de potencia. Las versiones con la suspensión regulable opcional incluyen en el eje trasero un diferencial autoblocante electrónico “e-LSD” que aporta una mayor eficacia no solo cuando realizamos una conducción exigente, sino también en condiciones de conducción sobre superficies de baja adherencia.

Puesta a punto de las ayudas electrónicas

Gracias a la adecuada puesta a punto de sus ayudas electrónicas podemos disfrutar de una conducción exigente sin tener la sensación de que nos van “frenando” antes de lo necesario, además de incrementar el nivel de seguridad y actuar de manera eficaz cuando requerimos su ayuda. En el 9-5 Aero podemos desconectar el control de tracción y también el control de estabilidad, aunque no parece necesario ni siquiera en conducción a fondo, puesto que la tracción total se encarga de aportar una motricidad ejemplar y el ESP nos permite un leve deslizamiento de las ruedas traseras antes de entrar en acción, aspecto que incrementa su dinamismo.

Dirección rápida y de tacto agradable

La dirección asistida de esfuerzo variable (VEPS – Variable Effort Power Steering)  forma parte del paquete opcional “DriveSense” y varía el grado de asistencia en función de la velocidad y del programa de suspensión seleccionado (“Comfort”, “Intelligent” o “Sport”). Con solo 2,6 vueltas de volante resulta rápida, precisa y aporta un tacto muy agradable en cualquier circunstancia.

Puesto de conducción

Gracias a los amplios reglajes del asiento y el volante, encontrar la posición al volante más confortable es cosa fácil en el Saab 9-5 Aero. El asiento de corte deportivo ofrece una adecuada sujeción lateral y los reglajes eléctricos nos permiten un ajuste fino de su posición.

Calidad de acabado y presentación

La sensación de calidad percibida y presentación interior entra dentro de lo esperado en un coche de su categoría, con materiales y revestimientos de agradable tacto en líneas generales, además de un adecuado ajuste de todos los elementos.

Nivel de equipamiento disponible

El 9-5 Aero cuenta con un equipamiento de serie abundante, que podemos ampliar con un buen número de elementos opcionales que pueden resultar del agrado de los conductores más exigentes.

Completa instrumentación

Ante la tendencia generalizada al “minimalismo” se agradece que el cuadro de instrumentos del 9-5 Aero ofrezca entre sus indicadores analógicos elementos como el manómetro de presión de soplado del turbo. La pantalla en color situada en el interior del velocímetro completa la información de un cuadro de instrumentos que se visualiza con facilidad.

Espacio para las piernas

Tanto en las plazas delanteras como en las traseras, el espacio para las piernas del Saab 9-5 resulta generoso, aportando la amplitud que se espera en un coche de 5 metros de longitud.

CARBONILLA

Peso elevado

El peso del Saab 9-5 2.8T V6 es tan grande como su tamaño, superando las dos toneladas en orden de marcha.

Consumo

Semejante peso, el funcionamiento de su motor V6 2.8 Turbo y el rozamiento de los elementos de la tracción total inciden directamente sobre el consumo, que en condiciones de conducción mixta por carretera y ciudad será complicado bajar de los 15 litros/100 km, disparándose cuando damos rienda suelta al acelerador. Tiene el consumo medio homologado más alto entre los modelos de su categoría.

Ruidos aerodinámicos

A elevada velocidad se producen ciertos ruidos aerodinámicos que, aunque leves, condicionan el excelente silencio de marcha que disfrutamos en su interior.

Resistencia de los frenos al sobrecalentamiento

El equipo de frenos se resiente de forma evidente ante un trato exigente. La destacable capacidad de aceleración que ofrece el motor y el elevado peso que tienen que retener los frenos acaban sobrecalentando el sistema, apreciando cómo se reduce su capacidad de frenada hasta que no lo refrigeramos convenientemente.

Cambio automático lento en las reducciones

Si bien en conducción cotidiana su funcionamiento es plenamente satisfactorio, cuando realizamos un estilo de conducción deportivo, el cambio automático “Sentronic” se muestra excesivamente restrictivo a la hora de reducir. Ni siquiera en el modo de selección manual secuencial engrana una marcha inferior si el motor no está por debajo de las 4.000 rpm.

Desarrollos del cambio largos

Dado el funcionamiento y respuesta del motor, los desarrollos de transmisión se antojan algo largos en este modelo, incidiendo negativamente sobre su capacidad de recuperación. La velocidad máxima en 6ª la alcanzamos a tan solo 4.500 rpm (262 km/h de velocímetro), claramente por debajo del régimen de potencia máxima (5.500 rpm).

Autonomía

Dado el consumo elevado que muestra en conducción mixta, la autonomía del Saab 9-5 Aero se antoja algo justa (unos 450 kilómetros), a pesar de contar con un depósito de 70 litros de capacidad. En conducción exigente, dicha autonomía se puede reducir hasta poco más de 250 kilómetros.

Ciertos plásticos duros mejorables

Si bien la presentación interior destaca por el empleo de materiales de agradable tacto en la mayor parte de sus revestimientos, el plástico duro utilizado en las guanteras de las puertas desentona de forma apreciable. También parece mejorable el reborde algo cortante que presenta la tapa de la pequeña guantera situada a la izquierda del volante.

Amplitud solo para cuatro pasajeros

A pesar de su tamaño exterior, el habitáculo solo resulta confortable y amplio para cuatro posibles pasajeros. La anchura interior es algo limitada y la plaza central trasera no cuenta ni siquiera con reposacabezas.