Síguenos

Ford Focus Berlina ST 2.0 EcoBoost

Escrito por: Víctor M. Fernández - 24 diciembre 2012

Frenos potentes, pero ¿suficientes?

El aligeramiento de peso del nuevo Focus ST ha llevado a Ford a mantener un equipo de frenos similar al que utilizaba el anterior modelo (75 kg más pesado y con 25 CV menos), montando discos delanteros ventilados de 320 x 25 mm (diámetro x espesor) y discos macizos traseros de 271 x 11 mm de tamaño (280 x 11 mm en el anterior Focus), en ambos ejes mordidos por pinzas flotantes monopistón pintadas en color rojo.

En la práctica, dicho equipo de frenos ofrece una capacidad y tacto de frenada excelentes en líneas generales, además de aguantar correctamente las solicitudes en conducción deportiva. Sin embargo, cuando lo llevamos hasta sus límites en carreteras reviradas, podemos llegar a apreciar que su mayor nivel de prestaciones y las nuevas ayudas electrónicas que actúan sobre los frenos (“TVC” y “CUSC”) pueden acabar llevando al equipo de frenada hasta un excesivo sobrecalentamiento.

Probablemente dicho sobrecalentamiento no se produciría si el Focus ST llevara un autoblocante mecánico y el equipo de frenos se encargara tan solo de la labor de frenar el coche.

En nuestra unidad de pruebas, los cuatro discos se han llegado a poner completamente al rojo vivo en conducción a fondo (algo habitual en cualquier coche de calle cuando exploramos sus límites), pero debe haber subido tanto de temperatura que se ha llegado a quemar la pintura roja de las pinzas delanteras, completamente achicharradas (es la primera vez que me pasa).

Lo mejor de todo es que, en tal situación tan extrema, el coche seguía frenando de forma adecuada (apenas se resentía la capacidad de frenada o el tacto del pedal) y, tras acabar las pruebas y refrigerar convenientemente todo el equipo, los frenos seguían respondiendo con la misma eficacia que tenían antes de ser sometidos a semejante esfuerzo, sin perder el menor tacto de pedal ni el más mínimo mordiente en la pastilla.

El único resto que ha quedado eran las pinzas delanteras con el color deteriorado y un leve chirrido de las pastillas delanteras en frenadas muy leves a baja velocidad (algo normal en compuestos de pastilla utilizados para competición).

Esto me lleva a pensar que, al nuevo Focus ST, para ser redondo de verdad, no le vendría mal unos discos delanteros algo más grandes, unas pinzas monobloque de aluminio en condiciones (con cuatro pistones) y un diferencial autoblocante mecánico que le quitara trabajo a dicho equipo de frenado. Quizá, uno solo de estos elementos sería suficiente para mejorar el conjunto.