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Ford Focus ST 2.0 EcoBoost

Escrito por: Víctor M. Fernández - 8 agosto 2012

Deportivo sin extremos

La suspensión del nuevo Focus ST da un paso adelante respecto al modelo al que sustituye, pero no incorpora algunas de las soluciones mecánicas aplicadas en el anterior Ford Focus RS de 305 CV, como el eje delantero de pivote desacoplado (que aporta mejor tacto de dirección y precisión de guiado en fases de aceleración fuerte).

El nuevo modelo lleva delante una suspensión de tipo McPherson y detrás una suspensión independiente mediante paralelogramo deformable de configuración multibrazo, que cuenta con mejoras en las rótulas y en el nuevo diseño de la barra estabilizadora. El ajuste de la suspensión recurre a muelles y amortiguadores de reglaje menos flexible que en el resto de las versiones de la gama, aunque manteniendo un equilibrio de confort para el uso cotidiano. En el nuevo ST, la altura de la suspensión se ha rebajado tan solo 10 mm comparado con otros Focus.

El equipo de frenos apenas experimenta cambios respecto al anterior ST, con discos ventilados de 320 x 25 mm delante y discos macizos de 271 x 11 mm detrás. A diferencia de lo mostrado en las fotos de los primeros prototipos (con pinzas delanteras fijas de cuatro pistones), el ST de venta al público se conforma con simples pinzas flotantes monopistón cuyo toque “deportivo” se resume en que pueden ir pintadas en color rojo.

Así pues, el Focus ST muestra características técnicas más que suficientes para su consideración como deportivo, aunque no parece llegar al nivel mostrado por otros posibles rivales como el Audi S3 (265 CV), Opel Astra OPC (280 CV), Renault Megane RS (265 CV), Seat León Cupra R (265 CV) o Volkswagen Golf R (271 CV), todos ellos más potentes y extremos en su planteamiento y puesta a punto.