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Audi TT Roadster 1.8 TFSI

Escrito por: Juan Francisco Calero - 30 enero 2012

Con la melena al aire

Dos automatismos más, propios del Roadster; la capota, de accionamiento automático, se pliega y despliega en 12 segundos aproximadamente, lo que es una cifra muy buena que permite realizar la acción sin problemas en los semáforos, aunque esto no es problema, porque sigue funcionando hasta una velocidad de 50 Km/h. Además de eso, el coche cuenta como opción con un deflector de viento escamoteable y automático, otro automatismo interesante, ya que no hay que andar quitándolo y poniéndolo. Curiosamente, funciona también con la capota cerrada, de forma que por la noche nos puede ayudar algo a evitar un deslumbramiento… o a aumentar la privacidad.

A pesar de la tendencia imparable a aparecer cada vez más versiones con techo duro, el TT Roadster tiene capota de lona, lo cual sin duda contribuye a que su peso no sea muy elevado (oficialmente, 1.360 kilos). Una capota como esta tiene la ventaja del menor peso. Los aislamientos acústicos en este tipo de equipos han mejorado mucho en los últimos años, pero a pesar de todo siempre entra un poco más de ruido que en una capota cerrada. En todo caso el TT cuenta con este tipo de aislamiento, y funciona bien. En un descapotable el mayor sonido –proporcionalmente- se percibe sobre todo a baja velocidad, y el TT no es excepción.

Siendo quisquillosos –queda dicho-, una ventaja extra que encuentro en los descapotables con techo de lona respecto a los de techo metálico es que en estos últimos, en ocasiones, la calidad del sonido que entra adentro más el que generamos nosotros (equipo de audio, conversaciones) es de peor calidad, hay una reverberación metálica –en algunos casos- molesta, que en desplazamientos largos puede acabar resultando molesta. Algo que recuerda vagamente al sonido dentro de la caja de chapa de una furgoneta.

Frente a un coche con capota dura tiene como desventaja básicamente el aislamiento exterior, aunque no creo que sea motivo como para desecharla. Quizá la desventaja mayor de este tipo de capotas es el envejecimiento de los materiales y la exposición al vandalismo, que siempre puede jugarnos una mala pasada, por lo que hay que estar más atento de a dónde se deja. Por lo demás, la prueba de que esta solución sigue siendo plenamente vigente es que algunas marcas, como Mazda, siguen ofreciendo la alternativa de la lona.

Como descapotable el Audi TT Rodaster se sitúa en una posición normal. Hemos tenido ocasión de conducirlo con unos 15 grados de temperatura en varias ocasiones, y en carretera a partir de 100-120 Km/h, a pesar de la presencia del deflector aparecía una molesta turbulencia en la parte central del habitáculo, que afecta tanto a la parte derecha de la cabeza del conductor como a la izquierda del acompañante. No parece el coche mejor aislado en este sentido, y en esas condiciones lo mejor para viajar es desplegar.


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