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Toyota GR Supra 2019

Escrito por: Víctor M. Fernández - 16 junio 2019

Cinco generaciones de Toyota Supra

El nuevo Toyota GR Supra es ya la quinta generación de un legado de vehículos deportivos que dio comienzo en 1967, con el Toyota 2000GT, considerado como el primer súper deportivo fabricado por una marca japonesa.

Como ocurre en el modelo actual, aquel primer coupé tenía un motor de seis cilindros en línea que estaba situado longitudinalmente y centrado por detrás del eje delantero, obteniendo así un reparto de pesos casi perfecto (49 % delante y 51 % detrás).

Con una cilindrada de dos litros, doble árbol de levas en cabeza y tres carburadores de doble cuerpo, aquel motor Toyota rediseñado por Yamaha desarrollaba 150 CV a 6.600 rpm, transmitidos a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de cinco marchas, alcanzando así una velocidad máxima de 220 km/h con un peso en vacío de 1.120 kilogramos.

Pero, además, aquel Toyota 2000GT empleaba el aluminio para rebajar el peso, llevaba llantas de aleación de magnesio, tenía dirección de cremallera, discos de freno en las cuatro ruedas, suspensión independiente en ambos ejes y un diferencial autoblocante para mejorar su eficacia, además de un llamativo interior biplaza con un puesto de conducción plenamente deportivo.

Tan solo 335 unidades fueron construidas del Toyota 2000GT (1967 – 1970) y su exclusividad les ha llevado a alcanzar cifras superiores a los 500.000 euros en algunas subastas actuales.

El legado del Toyota 2000GT llegaría casi una década después, con la aparición del primer Toyota Celica Supra, conocido internamente como “Serie A40” (1978 – 1981). Se trataba de una versión más larga (4.615 mm), ancha (1.651 mm) y potente del modelo Celica de segunda generación, enfocada hacia el floreciente mercado de turismos norteamericano de finales de los años 1970.

El Toyota Celica Supra A40 se comercializó con un motor de seis cilindros en línea que estrenaba inyección electrónica y desarrollaba 111 CV con 2.563 cm3 de cilindrada (“4M-E”), mientras el mercado japonés contaba también con una versión 2.0 L de similar potencia (“M-EU”), más favorable con la fiscalidad nipona.

A partir de 1980, el Toyota Celica Supra A40 recibía un nuevo motor de seis cilindros en línea (“5M-E SOHC”) de 2.759 cm3 con 118 CV de potencia y tenía un cambio manual de cinco marchas, un peso en vacío de 1.270 kilogramos y la posibilidad de llevar un paquete específico de suspensión deportiva.

El Toyota Celica Supra “Serie A60”, de segunda generación (1982 – 1986), llegaría con una carrocería coupé aún más deportiva, estilizada y característica de los vehículos GT, empleando aún la plataforma del modelo Celica, aunque con importantes mejoras en el chasis y una suspensión independiente afinada en su puesta a punto por los ingenieros especialistas de Lotus.

Faros delanteros escamoteables, aletas ensanchadas, neumáticos de perfil bajo con llantas de aleación de 15 pulgadas y un discreto alerón trasero realzaban aún más su carrocería de 4.661 mm de longitud, 1.695 mm de anchura y 1.321 de altura, con un alargado morro que albergaba una profunda evolución del motor 2.8i de seis cilindros en línea empleado anteriormente.

El renovado propulsor (“5M-GE DOHC”) introducía ahora doble árbol de levas en culata y mejoras en la alimentación, para desarrollar una potencia inicial de 147 CV, aunque continuaría recibiendo evoluciones en la admisión, la gestión electrónica y el valor de compresión para terminar desarrollando una potencia de 177 CV en las unidades fabricadas los últimos años.

Además de las versiones Celica Supra 2800 GT, también se fabricó una versión 2000 Turbo de 147 CV (“M-TEU”) y otra versión Celica Supra 2.0 GT Twin Cam 24 (“1G-GEU”), con 2.0 litros de cilindrada, 24 válvulas y 160 CV de potencia a 6.400 rpm, todos ellos con propulsores de seis cilindros en línea.

 

 

 

 

 

La tercera generación del Toyota Supra “Serie A70” (1986 – 1993) sería la primera desarrollada exclusivamente como modelo “Supra”, perdiendo así su relación anterior con el modelo Celica (que pasaba a ser de tracción delantera).

El renovado Supra contaba con unas líneas modernas y afiladas (Cx 0,32), que mantenían los faros delanteros escamoteables, introducían llantas de 16 pulgadas y ampliaban el tamaño del alerón trasero para incrementar su aspecto deportivo, además de ser el primer Supra en contar con sistema antibloqueo de frenos “ABS”, amortiguación regulable “TEMS”, airbag para el conductor y dos tipos de carrocería (coupé y tipo targa “Sport Roof”).

Su nuevo motor atmosférico de seis cilindros en línea (“7M-GE”) situaba la cilindrada en 2.954 cm3 y contaba con culata de 24 válvulas para desarrollar 204 CV a 6.000 rpm, pero también había una versión 3.0 Turbo (“7M-GTE”) que alcanzaba los 235 CV a 5.600 rpm, una velocidad máxima de 245 km/h y llegaría a los concesionarios europeos a partir de 1989, coincidiendo con una nueva restilización de la carrocería.

El Toyota Supra “Serie A80” de cuarta generación (1993 – 2002) supondría un salto importante en cuanto a prestaciones respecto al modelo anterior y se ofrecía también con carrocería coupé y tipo targa. Sus musculosas líneas perdían los tradicionales faros escamoteables de las dos generaciones anteriores, pero las llantas de 17 pulgadas, el faldón delantero con regulación eléctrica y el enorme alerón trasero suponían ya toda una declaración de intenciones en este nuevo deportivo de aerodinámicas formas (Cx 0,32), con 4.515 mm de longitud, 1.811 mm de anchura, 1.265 mm de altura y un peso en vacío de 1.570 kilogramos (90 kg más ligero que su predecesor, gracias al empleo de aluminio en muchos elementos).

 

 

 

 

 

Al mercado europeo llegaba tan solo en su versión más potente, con nuevo propulsor 3.0 Turbo de seis cilindros en línea (“2JZ-GTE”) que alcanzaba los 330 CV a 5.600 rpm y un par motor de 441 Nm, gracias a la sobrealimentación de dos turbocompresores de funcionamiento secuencial (para reducir el tiempo de respuesta).

Con la caja manual de seis marchas, las prestaciones eran demoledoras en la época, acelerando de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y alcanzando una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h, todo ello abrazados por un envolvente puesto de conducción.

Casi dos décadas después, el nuevo Toyota GR Supra “Serie A90” ha retomado el testigo de la saga de modelos más deportiva de la marca japonesa, con algunos caballos adicionales (340 CV), un tamaño más compacto que el modelo al que sustituye (4.379 x 1.854 x 1.292 mm) y 75 kilogramos menos de peso (1.495 kg), lo que supone una favorable relación peso/potencia (4,4 kg/CV) que le permite resultar mucho más rápido y registrar un 0 a 100 km/h en tan solo 4,3 segundos (ficha técnica).