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Mercedes-AMG GT Black Series 2020

Escrito por: Víctor M. Fernández - 9 octubre 2020

Aerodinámica específica con elementos activos delante y detrás

La forma sigue a la función en el Mercedes-AMG GT Black Series, que recibe un desarrollo aerodinámico completamente nuevo, con elementos activos añadidos en la parte delantera y trasera para mejorar su eficiencia aerodinámica, agarre en curva y capacidad de frenada.

Para desarrollar el paquete aerodinámico de esta versión Black Series, los aerodinamistas de AMG, liderados por el Dr. Gustavo Estrada (Jefe Técnico de Aerodinámica de AMG), se han inspirado principalmente en el Mercedes-AMG GT3 de competición, mostrando así una evidente proximidad estética.

La nueva parrilla frontal del AMG GT Black Series es exclusiva de esta versión y similar a la empleada en la versión GT3. Como en el coche de carreras, su mayor tamaño está configurado para dar entrada a un flujo de aire superior que refrigera un nuevo radiador más grande, que está ubicado en la parte central y en posición inclinada.

Para extraer dicho aire de refrigeración se han practicado unas nuevas salidas de aire en el capó, solución que optimiza la capacidad de enfriamiento y también contribuye a reducir la resistencia al aire e incrementar el apoyo aerodinámico.

Los dos radiadores adicionales situados por delante de los pasos de rueda reciben ahora el aire desde la misma parrilla central, lo que ha permitido carenar buena parte de los laterales del paragolpes, colocar unos nuevos deflectores aerodinámicos y practicar una finas tomas verticales (“Air Curtains”) que generan una cortina de aire por los laterales de la carrocería (carenando virtualmente los pasos de rueda delanteros).

Todo esto no solo disminuye la resistencia al aire a elevada velocidad, sino que también genera un mayor apoyo aerodinámico en la parte delantera del coche y optimiza la refrigeración de los frenos.

El pronunciado faldón delantero también es exclusivo del Mercedes-AMG GT Black Series y está fabricado en fibra de carbono. Además ofrece la posibilidad de ajustar manualmente su longitud en dos posiciones (con herramientas).

El ajuste “Street” (“Calle”) es el indicado para su utilización en carretera, mientras que el ajuste “Race” (“Carrera”) prolonga unos centímetros su longitud y está indicado para su uso en circuito, incrementando el apoyo aerodinámico.

Con el “splitter” delantero en su posición extendida (“Race”) se forma por debajo de la parte delantera un difusor frontal con la forma de un ala invertida.

En función de la velocidad, este elemento desciende automáticamente a medida que aumenta la depresión, acelerando el flujo de aire en los bajos y generando un efecto “Venturi” que produce una “aspiración” hacia abajo que incrementa el agarre de los neumáticos.

Las nuevas salidas de aire (“louvers”) practicadas en la parte superior de las aletas delanteras del Mercedes-AMG GT Black Series también están inspiradas en las que lleva el AMG GT3 de carreras, aliviando así la presión adicional que provoca el giro de las ruedas en el eje delantero.

Las nuevas taloneras laterales de fibra de carbono tienen un tamaño más pronunciado y son más anchas. Su diseño específico permite canalizar el flujo aerodinámico a los puntos de interés, contribuyendo a extraer el aire de los pasos de rueda delanteros y canalizando el aire con más eficacia a los discos de freno traseros.

Todos los bajos de la carrocería del Mercedes-AMG GT Black Series están convenientemente revestidos para configurar un fondo plano que optimiza la canalización del aire hacia el difusor trasero de nuevo diseño.

Está fabricado también en fibra de carbono y cuenta con canalizaciones de aire más marcadas, nuevas ranuras laterales para evacuar el aire de los pasos de rueda posteriores y las cuatro salidas de escape específicas de la versión Black Series.

El evolucionado paquete aerodinámico de este deportivo biplaza queda rematado con un nuevo alerón trasero fijo con función activa, desarrollado también en exclusiva para esta versión en el túnel de viento.

Una de sus características principales es que cuenta con doble plano de fibra de carbono, cada uno de ellos ajustable mecánicamente en inclinación para poder adaptarlos a las características puntuales de cada circuito (menos inclinación para circuitos rápidos y más inclinación en circuitos con muchas curvas o para tener más agarre en mojado).

El plano inferior del alerón tiene menor tamaño y grosor, al recibir el aire de la parte delantera del vehículo en un ángulo de ataque ideal, mientras que el ala superior es de mayor anchura y grosor para incrementar al máximo su capacidad de trabajo.

Dicho perfil superior cuenta en la parte central con un “flap” móvil con gestión electrónica que modifica de manera activa su inclinación hasta 20 grados. En su posición más vertical, el “flap” aumenta la carga aerodinámica y el agarre de los neumáticos traseros para mejorar la estabilidad en curva y la capacidad de frenado, mientras que la posición horizontal reduce la resistencia al aire para elevar la velocidad con mayor rapidez.

De esta manera, con la selección del programa “Master” incluido en el dispositivo “AMG Dynamics” (con los programas “Basic”, “Advanced”, “Pro” y “Master”) es capaz de reconocer los distintos parámetros dinámicos, manteniendo el “flap” siempre elevado hasta 250 km/h y replegándose automáticamente al superar dicha velocidad.

Además, el “flap” recupera rápidamente su posición más inclinada en cuanto el conductor frena con decisión o aborda una curva. También se puede elevar o replegar automáticamente mediante un botón específico situado en la consola central.

Los soportes fijos del alerón trasero han visto esculpido su diseño definitivo tras numerosas simulaciones en el túnel de viento (para mejorar su eficiencia aerodinámica) y están atornillados al portón trasero de fibra de carbono.

Con todas estas soluciones desarrolladas en el túnel de viento de la marca, el Mercedes-AMG GT Black Series es capaz de ofrecer en su conjunto una imponente carga aerodinámica de 400 kilogramos a una velocidad de 250 km/h (155 kilogramos a 300 km/h en el Mercedes-AMG GT R).