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Audi R8 Spyder 4.2 FSI quattro R tronic

Escrito por: Víctor M. Fernández - 15 junio 2012

Tracción “quattro” con reacciones de propulsión trasera

A pesar de ser un coche con tracción permanente a las cuatro ruedas, el Audi R8 Spyder muestra unas reacciones más propias de un coche de propulsión trasera cuando desconectamos las ayudas electrónicas (control de tracción y estabilidad), deleitándonos con un marcado sobreviraje si le pedimos que nos entregue sus 430 CV sin contemplaciones.

Su sistema de tracción total “quattro” es mecánicamente diferente al utilizado en otros modelos de la gama Audi (con el motor situado delante). El R8, con el propulsor situado longitudinalmente por delante del eje trasero, recurre a un acoplamiento viscoso para repartir entre un 10 y un 35 por ciento de par motriz a las ruedas delanteras, según las condiciones. En la práctica, la eficacia del sistema viscoso es limitada y muestra sus carencias, percibiendo al volante que el eje trasero trabaja mucho y el delantero muy poco (se aprecia más su ayuda en condiciones de baja adherencia).

Para incrementar la capacidad de tracción de las ruedas posteriores, el R8 lleva un bloqueo electrónico del diferencial “EDS” que actúa hasta una velocidad de unos 100 km/h aproximadamente. Dicho elemento funciona a modo de autoblocante y su buena puesta a punto le permite ofrecer una eficacia intachable.