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Mercedes-Benz C 250 Coupé Sport

Escrito por: Víctor M. Fernández - 12 noviembre 2012

Escasa intervención de las ayudas electrónicas

Con una medida de neumáticos sobredimensionada respecto a lo necesario en un coche con 204 CV de potencia, las ayudas electrónicas del Mercedes C 250 Coupé Sport no se encuentran en “apuros” en líneas generales.

Incluso acelerando a tope a la salida de una curva cerrada (en asfalto seco en buen estado) será difícil que las ruedas traseras patinen por sobrepotencia, lo que permite al control de tracción “ASR” permanecer en reposo habitualmente. Tan solo en condiciones de baja adherencia percibimos la necesidad de que entre en acción.

La puesta a punto del control de estabilidad “ESP” resulta plenamente satisfactoria, pues nos deja disfrutar de la conducción deportiva sin intervenir antes de lo necesario.

Desconectando los controles electrónicos y forzando la situación a la salida de las curvas podemos llegar a descolocar la zaga en plena aceleración (aunque hay que emplearse), momento en el cual echaremos en falta un mecanismo autoblocante eficaz, al apreciar cómo pierde capacidad de tracción mientras patina la rueda interior. Lleva un sistema de frenado electrónico del diferencial “ETS” (“Electronic Traction System”), aunque no parece suficientemente eficaz en conducción exigente.

Otro aspecto sin duda mejorable es que, para desconectar los controles electrónicos, tenemos que navegar dentro de un menú que manejamos con los mandos multifunción del volante, requiriendo la atención del conductor durante unos segundos y haciendo la operación muy lenta. Desde mi punto de vista, un botón específico para dicho cometido es una solución mucho más rápida, directa y efectiva, especialmente en un coche “deportivo”. En su descarga hay que comentar que, la buena puesta a punto y adecuado funcionamiento de dichas ayudas, hace innecesario tener que andar desconectándolas cuando realizamos una conducción a fondo.