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Mercedes-Benz C 250 Coupé Sport

Escrito por: Víctor M. Fernández - 12 noviembre 2012

Buena visibilidad de día y también de noche

En cuanto a la visibilidad desde el interior, no hay grandes quejas al respecto, permitiendo ver los coches que vienen por detrás sin problema, a pesar de la pronunciada inclinación de la luna trasera. Esto se consigue en buena medida gracias al generoso tamaño de los retrovisores exteriores.

La menor visión que permite el tres cuartos trasero se solventa en maniobras de aparcamiento gracias a la ayuda que nos ofrece el control de distancias de aparcamiento (“Parktronic”) y la cámara trasera, dispositivos que se ofrecen como opción.

El “Parktronic”, además de los sensores de distancia delanteros y traseros, también tiene un sistema indicador de hueco para aparcamiento en línea y las indicaciones de los movimientos que hay que hacer sobre el volante (en la pantalla de la instrumentación), aunque no realiza la maniobra de forma automática (como en otros modelos).

Un elemento que me parece especialmente recomendable es el paquete de faros activos “ILS” que puede llevar en opción. Dicho sistema de luces inteligentes (“Intelligent Light System”) aporta una iluminación ejemplar en conducción nocturna y cuenta con faros halógenos de esquina y con potentes faros de doble xenón orientables en curva con funciones adaptativas, como la luz de autopista (que prolonga la distancia de iluminación cuando rodamos por encima de 110 km/h durante 1.000 metros o de 130 km/h), la luz antiniebla ampliada (que mejora el alumbrado del borde de la calzada cuando conectamos el antiniebla trasero y circulamos por debajo de 100 km/h) o el control automático de luz de carretera (que conecta automáticamente las luces largas cuando no hay posibilidad de deslumbramiento). Este último funciona con eficacia en líneas generales, aunque en determinadas ocasiones resulta algo lento en el cambio de luces (para poner las largas y para quitarlas).