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Mercedes-Benz C 250 Coupé Sport

Escrito por: Víctor M. Fernández - 12 noviembre 2012

Buen funcionamiento “manual” del cambio automático

El Mercedes C 250 Coupé Sport lleva de serie la caja automática “7G-Tronic Plus”, con siete marchas y tres programas de funcionamiento (“Economy”, “Sport” y “Manual”) que seleccionamos mediante un botón situado junto a la palanca selectora del cambio.

En el modo “E”, el cambio se encarga de engranar automáticamente la marcha más larga posible para reducir el consumo y optimizar la suavidad de marcha, mientras que en el modo “S” mantiene el régimen en mayor medida antes de subir de marcha y también reduce con más rapidez en los momentos de frenada.

En el programa “M” nos permite seleccionar las marchas de manera manual secuencial, mediante las levas situadas detrás del volante o a través de la propia palanca de cambios (moviéndola hacia la derecha subimos marcha y hacia la izquierda reducimos).

En aceleraciones a fondo, el cambio sube de marcha automáticamente al llegar a 5.000 rpm en el modo “E” y apura hasta las 6.300 rpm (el comienzo de la zona roja del cuentavueltas) en los modos “S” y “M”. Además, en estos dos últimos programas realiza un golpe de gas automáticamente en las reducciones, aspecto que permite bajar de marcha con mayor rapidez y suavidad.

Si bien, en conducción cotidiana, el programa “Economy” parece responder de forma adecuada en líneas generales (algo pausada en ciertas ocasiones), el funcionamiento del cambio en el modo “Sport” me ha parecido algo extremo en determinadas situaciones en las que no se adapta bien al estilo de conducción realizado puntualmente. A veces apura el régimen más de lo necesario antes de subir de marcha y otras reduce más marchas de las necesarias en frenadas que no son especialmente apuradas. Así pues, su puesta a punto me ha parecido mejorable y toca recurrir a la selección manual cuando queremos que el coche vaya en todo momento en la marcha precisa.

En el modo “Manual”, el funcionamiento del cambio es satisfactorio, subiendo marchas con rapidez y permitiéndonos reducciones apuradas en casi todas las situaciones. Además, merece la pena subir marchas cuando llegamos a 6.000 rpm, sin dejar que el cambio estire hasta las 6.300 rpm, en donde engrana la siguiente marcha automáticamente (no permite llegar al corte de inyección).

El escalonamiento del cambio parece adecuado en las cinco primeras marchas y algo más largo en 6ª y 7ª velocidad. A pesar de todo, el motor es capaz de moverlos con suficiente soltura, aunque si el salto entre las marchas estuviera algo más cerrado, este modelo ganaría todavía más en sensaciones deportivas.

Los programas “E”, “S” y “M” no solo afectan al funcionamiento del cambio “7G-Tronic Plus”, sino también a la respuesta del motor y la rapidez de accionamiento del acelerador.