1990 – BMW 730i de César Manrique (España)
La décima creación del BMW Art Car fue encomendada en 1990 a César Manrique, un artista español reconocido universalmente por su talento en pintura, escultura, arquitectura, diseño y paisajismo. El artista lanzaroteño tuvo el encargo de convertir en obra de arte un Serie 7, el coche más grande y lujoso de la marca alemana. La versión seleccionada fue un BMW 730i, perteneciente a la segunda generación de esta berlina de representación que apareció en 1987. Con una majestuosa carrocería de cinco metros de longitud y todas las innovaciones tecnológicas disponibles en el momento, este modelo supuso un rival indiscutible para el hasta entonces incontestable Mercedes Clase S.
Desde el punto de vista de Manrique, los coches son una parte esencial en nuestras vidas cotidianas y tienen un efecto evidente en nuestros paisajes urbanos. Por eso afirmaba que se quiso centrar expresamente en “combinar la percepción de la velocidad, la aerodinámica y el concepto de la estética en un solo concepto”. Por lo tanto, “mi idea fue realizar un diseño que aportara al BMW la sensación de deslizarse sin ningún esfuerzo, sin ninguna resistencia”, comentaba el propio autor al finalizar su creación artística. Ese es el motivo por el cual formas abstractas y colores vistosos fluyen a lo largo de la carrocería del 730i para aportar movimiento y dinamismo.
Como el resto de los modelos de serie utilizados en la colección Art Car, el BMW 730i de César Manrique fue planteado desde el principio como un coche de exposición, olvidando la carretera para circular exclusivamente por los salones de las galerías y los museos más prestigiosos del mundo.
BMW 730i (E32)
Seis cilindros en línea
Atmosférico
2 válvulas por cilindro
Un árbol de levas en cabeza
Cilindrada: 2.986 cm3
Potencia: 188 CV a 5.800 rpm
Par: 260 Nm a 4.000 rpm
Cambio manual, Getrag de 5 marchas
Velocidad máxima: 222 km/h
Peso: 1.610 kg
Largo: 4.910 mm
Ancho: 1.845 mm
Alto: 1.411 mm
