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Montreal 2012: siete para siete

Un relato de El Abuelete del M3 - 11 junio 2012

La cita canadiense en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal no suele defraudar. Pocos son los que se han librado de poner su firma en el “Muro de los campeones” y rara es la edición en la que el Safety Car no hace su aparición para ordenar montoneras y desaguisados producidos en su rapidísimo trazado, unas veces por la lluvia torrencial y, otras, por el afán desmedido de los contendientes.

Se podría decir que su nombre imprime carácter, cuando ya han pasado treinta años de la trágica desaparición del pequeño héroe canadiense, un “rey sin corona” de la Fórmula 1, imposible de olvidar.

Aquí fue donde, hace cinco años, un jovencísimo Lewis Hamilton obtuvo su primera victoria en un Gran Premio de Fórmula 1, demostrando que venía pisando fuerte. Lo suyo no era llevarse bien con nadie que se interpusiera en su ambición.

Si aquel 2007 fue polémico y, al final, McLaren no supo capitalizar el potencial de un doble campeón como Fernando Alonso y el de aquel atrevido recién llegado, al año siguiente, en 2008, consiguió rebasar a un Timo Glock difuminado en el diluvio de Interlagos en la última curva del campeonato, arruinando la eufórica celebración del clan Massa, lo que pareció el título mundial más breve de la historia de la Fórmula 1. Era la credencial que Lewis necesitaba para afirmarse en los deseos y esperanza de quienes apostábamos en el Gran Premio de Canadá de 2012 por un resultado insólito: siete carreras y siete vencedores.

Con Michael Schumacher y Kimi Räikkönen, Lewis Hamilton formaba el trío de los únicos pilotos que aún no se habían subido esta temporada a lo más alto del podio, a pesar de flirtear con la victoria en varias ocasiones. Tras el resultado de la calificación del sábado, su forma de emplearse y su ambición dejaban muy claro quién era el pretendiente con más posibilidades, pese a que Sebastian Vettel obtuvo su enésima pole y, por enésima vez, nos mostró ese dedito que intenta recuperar la insolente presencia de la temporada pasada. Está claro que, en Red Bull, el fondo plano es igualmente eficaz con agujeros o sin ellos.

No está tan claro que ocurra lo mismo en Ferrari, pese a que, al decir de todo el equipo, las mejoras introducidas funcionen perfectamente en el F2012 de Maranello, después de acusar recibo de la tan comentada “cartita” del presidente.

Vettel, Hamilton, Alonso, Webber, Rosberg y Massa, con una separación aproximada de un par de décimas de segundo entre cada uno de ellos, eran los pilotos que conformaban las tres primeras filas de parrilla. La salida era especialmente limpia y las primeras vueltas se sucedían inusualmente ordenadas. Sin incidentes que resaltar parecían abocarnos a una edición menos espectacular e incierta de lo habitual en el Gran Premio de Canadá y también en esta temporada. Entre las vueltas 13 (Massa) y 20/21 (Alonso) se producen los cambios de neumáticos de los actores principales. En una prueba con 70 vueltas, parece un horizonte demasiado lejano llegar al final sin otra parada con los Pirelli, pero hubo varios que tomaron la decisión de hacerlo y obtuvieron distinto resultado.

Si hasta ese momento parecíamos resignados a contemplar una nueva cabalgada de Vettel y el fin del sortilegio de los siete triunfos diferentes, las decisiones estratégicas de los equipos empezaron a sorprendernos y vimos que, tras montar neumáticos “duros” Alonso tomaba la primera posición momentáneamente, hasta que Hamilton imponía su DRS y tomaba la delantera. En ese momento y hasta la vuelta 50 la carrera me parece un monótono Scalextric con ligeras variaciones. Schumacher abandona una vez más, como si los hados se empeñaran en frustrar todas sus ilusiones de volver donde solía, él, que había ganado hasta seis veces en ese circuito.

Hamilton entra en línea de bóxes a realizar su segunda monta y Alonso, que parece ir sin ningún problema de gomas, vuela en primera posición seguido de Vettel (a 3,6 segundos) y Hamilton (a 16,2 segundos), después de sufrir de nuevo la impericia de su querido “tuercas”.

En la vuelta 60 Alonso continúa primero, aunque empieza a ser consciente de que su horizonte era efectivamente imposible. Sus desgastados neumáticos Pirelli empiezan a derretirse bajo el sol canadiense y le llevan a perder segundos con la misma rapidez que sus rivales los ganan con sus neumáticos más nuevos. Las ruedas de Alonso parecen un pegajoso “praliné” que ralentiza su Ferrari en el asfalto, convirtiendo en “el caballo del malo” lo que unos giros antes parecía un “Cavallino rampante”. La estrategia era arriesgada y el resultado es así: cara, gana; cruz, pierde.

Cuatro vueltas después se consuma lo inevitable. Hamilton llega en tromba, primero arrasa a Vettel (que había copiado hasta entonces la estrategia de Alonso) y después a Fernando, que no hace intención siquiera de tapar huecos. Cada vuelta que cae, Alonso pierde una nueva posición y cuando ve la bandera de cuadros, han pasado antes que él Lewis Hamilton, Romain Grosjean, Sergio Pérez y Sebastian Vettel, otro derrotado. Su quinto puesto en Montreal sitúa a Fernando Alonso segundo provisional en el campeonato, con 86 puntos, a continuación de Hamilton, líder con 88, y por delante de Vettel (85 puntos) y Webber (79 puntos).

Se ha cumplido el deseo de ver a siete ganadores distintos en las siete primeras carreras celebradas, ¿será posible ver a Michael Schumacher o a Kimi Räikkönen aumentar esta nómina legendaria?

El Gran Premio de Europa tiene la repuesta, el próximo 24 de Junio en el Street Circuit de Valencia.

  • 2 comentarios

    • Manolo ( capri) dijo:

      Abuelete, me ha decepcionado una vez más la estrategía de Ferrari.
      Hablo desde el desconocimiento de sus razones.
      Pero no me dirás que esos neumáticos, que han dado pruebas de ser facilmente degradables, pudieran aguantar tantas vueltas.
      Y ya que estaban viendo el progreso de Hamilton , ….¿cómo no copiaron?.
      Una vez más por mirar a Red Bull se han equivocado.
      Y menos mal que quedaban pocas vueltas, si no Alonso queda más atrás.
      Vettel salvó los muebles.
      Aún así Alonso es con Hamilton el único piloto que este año ha puntuado en todas las carreras teniendo como tenía, al comenzar el campeonato, el peor de los coches posibles de los equipos punteros.
      Esperemos que haya otra «cartita» del mandamás de Ferrari y terminen por ponerse las pilas totalmente.
      Saludos

    • El Abuelete del M3 dijo:

      Estimado Manolo:los Pirelli… ¡¡¡son los Pirelli!!!,como dijo alguno respecto a la economía.¿Porqué Sergio Pérez llegó hasta el final a una sola parada sin problemas? Misterios de la Fórmula 1.Hablando desde un punto de vista personal, en 45 años de conducción de todo tipo de coches, solo una vez monté Pirelli(Año 75/76 en un SEAT DDAUTO 1800) y el resultado fue tan poco satisfactorio que jamás repetí.Por supuesto no pretendo comparar situaciones, pero algo me dice que «Pirelli es diferente». Respecto a estrategias, con esas variables, lo que digo en el artículo:Cara, ganas; Cruz, pierdes y a Ferrari ayer le salió cruz cuando durante algunas vueltas le vimos ganador. Yo creo que en Maranello están progresando y en todas partes, hasta HRT, están progresando,no digamos en Red Bull..y McLaren.Vamos a esperar algo más antes de calar bayonetas para combatir la incompetencia, las «cartitas» ya no procederían,ahora o espabilan más que el resto, o a la calle y suerte con los Pirelli…

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